Discurso 68/2014
18 de agosto de 2014
Con el permiso de la Doctora Perla Gómez Gallardo, Presidenta de esta importante Comisión, y con el permiso también de mi amigo, Diputado Manuel Granados Covarrubias, Presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa; licenciada Patricia Mercado Castro, Secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo; licenciada Claudia Patricia Juan Pineda, Quinta Visitadora General de esta Comisión que, reitero, tiene una importancia medular en la vida de esta ciudad.
Hacer un Catálogo de Derechos Humanos Laborales es muy importante porque, si bien es cierto tenemos el paraguas Constitucional, en el marco Constitucional, en el Artículo 1º, el mandato que todas las leyes, todos los convenios internacionales deben de respetar fundamentalmente todos los derechos humanos, y también por el mandato del Artículo 102 B, en donde le dan facultades a las Comisiones de Derechos Humanos, y la obligación a los Congresos estatales y a la Asamblea Legislativa para poder de alguna manera apoyar estas actividades estatales en beneficio de los derechos humanos laborales de cada una de las entidades federativas.
Si bien es cierto, estos dos, decía paraguas jurídicos no son suficientes porque dicen mucho y al mismo tiempo, como dice la canción, no dicen nada. Qué bueno que elCatálogo aprobado por el Consejo de esta Comisión está poniendo el punto en las íes. Ahora abarca todo. Yo espero que tengamos la capacidad —porque la historia nos va a juzgar— de efectivamente ir por los derechos laborales en esta ciudad.
Todos los días se violan los derechos laborales, y los violamos todos. El Gobierno de la ciudad, con 30 mil trabajadores que no les da seguridad en el empleo, que no les dan los derechos básicos elementales de salario, de prestaciones y tampoco de salud.
Se violan también los derechos por las empresas. Los empresarios que se dicen dignos y que están esclavizando, explotando a la gente. Aquí se puso un ejemplo, lospropineros. Prohibido en la Ley General del Trabajo. Todos lo vemos, todos vamos a cargar gasolina y todos colaboramos con esa propina, pero no hay autoridad alguna, ni federal ni local que los ponga en orden. Vaya, ni los sindicatos blancos se han puesto las pilas en ese sentido. Ahí tendrían quizá un nicho de actuación importante para poner realmente en movimiento al sindicalismo mexicano. Porque una cosa es el sindicalismo mexicano, dignísimo, con historia, generador de derechos laborales; y otro, muy otro, los que deshonran el sindicalismo mexicano.
Sindicatos blancos, sindicatos a modo, sindicatos de protección, verdaderos extorsionadores, como aquí lo ha señalado la Secretaria del Trabajo, verdaderos delincuentes. Todavía hay grupos organizados que basta con que un líder sindical o con que un pseudolíder sindical vaya por ellos, les dé una propina y vayan con las banderas de huelga como si fueran trabajadores de ese sindicato. Y son grupos profesionales que van a extorsionar a las empresas. Y no digo aquí a los secretarios de las empresas, porque también ellos tienen lo suyo, porque las empresas violan cotidianamente los derechos humanos.
Los derechos humanos amigas y amigos, son derechos elementales que no era necesario que lo dijeran en la Constitución. Los derechos humanos son meta Constitucional, van más allá de cualquier Constitución del mundo. Y hay países que respetan los derechos humanos, independientemente que estén en sus organismo, en sus normas básicas y elementales o no, porque el derecho humano es eso; y tenemos que salvaguardarlos todos, todos los Estados, inclusive hay ya por ahí una teoría en avanzada que señala que tienen los empresarios por ejemplo, que ser corresponsables en la lucha por los derechos humanos laborales.
En este Catálogo, con estos cuatro grandes ejes rectores, pues abarca todos, todos los elementos del derecho laboral mexicano. Y qué bueno que tenemos ahora esa oportunidad. El ombudsman, por historia —a mí me gusta mucho citar a Ignacio Ramírez porque fue el primer ombudsman mexicano, independientemente de que no estuviera reconocido como ombudsman, era el abogado del pueblo, ese abogado que llegaba con una humildad impresionante en su vestir, en su caminar y en su hablar, y de pronto llegaba con alguien y le decía “es usted un ladrón”, y se lo decía de frente y nadie podía ni siquiera sostenerle la mirada porque era una persona auténtica entre lo que pensaba, lo que decía y lo que hacía. Congruente absolutamente—. Y eso es lo que nos está haciendo falta ahora. Nos están haciendo falta sindicalistas, de a de veras, sindicalistas que luchen por los derechos humanos, como aquí se señala y por los Catálogos, servidores públicos de a de veras, que busquen servir a la gente y no servirse de los demás.
Y ahora que ya viene, platicaba yo con la Secretaria, viene el año de Hidalgo en unos servidores públicos, no en todos, porque ya vienen las campañas. Ya se acaba el tiempo de administración y entonces van a buscar hacer su agosto, y siempre el que la paga es el trabajador, porque los sindicatos blancos, de protección buscan sus cuotas, no buscan beneficiar a los trabajadores. Buscan sus cuotas sindicales, no buscan aumentar el salario del trabajador, no buscan que el trabajador tenga Seguro Social, no buscan que el trabajador tenga ISSSTE, no buscan que el trabajador tenga las prestaciones básicas.
Yo quisiera felicitar a esta Comisión de Derechos Humanos, decir que necesitamos otra vez que, como en la época de Ignacio Ramírez, con valentía, hombres y mujeres que trabajan aquí en esta organización, vayan y señalen —sabemos que es muy difícil, sabemos que es muy criticado, los defensores de derechos humanos, no es fácil, porque reciben, decía un viejo político, “hay que agarrar siempre trinchera, porque si no agarras trinchera te llegan los balazos por los dos lados”—, yo creo que aquí Derechos Humanos, tiene una trinchera fundamental, la trinchera elemental de los derechos, de los trabajadores en este caso, por este Catálogo, tendrá la posibilidad realmente, igual que en la época de Ignacio Ramírez, velar por la vida de los que menos tienen, por la vida de los trabajadores y sus familias. Por su atención, muchas gracias.