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Palabras de la Presidenta de CDHCM, Nashieli Ramírez, en la presentación del libro «Desde adentro: libertad a través de la escritura»

Discurso 63/2020
17 de diciembre de 2020

Para la libertad sangro, lucho, pervivo. 

Para la libertad, mis ojos y mis manos,

como un árbol carnal, generoso y cautivo,

doy a los cirujanos.

Para la libertad, siento más corazones

que arenas en mi pecho, dan espuma a mis venas;

y entro en los hospitales, y entro en los algodones,

como en las azucenas. 

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada,

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.

 Retoñarán aladas de savia sin otoño,

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;

porque soy como el árbol talado que retoño:

aún tengo la vida.

 “Para la libertad”. Miguel Hernández.

 

Quiero saludar a todas las personas que están siguiendo la transmisión de la presentación del libro “Desde adentro. Libertad a través de la escritura”, a través de redes sociales.

Quiero saludar especialmente a las mujeres que nos están escuchando desde el reclusorio de Tepepan, del Centro de Reinserción, a María Enriqueta Hernández, a Brenda Elena Ruiz, a Ana Lilia Medina, a Denisse, a Sara María y a Julia de la Cruz, quienes me antecedieron en la palabra, y también a Juana Lilia, a Victoria, a Carolina, Giovanna y a Alejandra, que están ahí con ellas.

Saludo a Antonio Hazael Ruíz Ortega, subsecretario del Sistema Penitenciario de la Secretaria de Gobierno, no nada más por el acompañamiento en este evento, en este proyecto, sino, como él lo mencionó, en el trabajo colaborativo durante todo este año.

Y a la ensayista y activista feminista Tania Tagle, quienes nos acompañan en esta presentación virtual. También a Gloria María Hernández, Directora del Centro de Readaptación de Tepepan, y al Consejero Jorge Carreón.

Los textos que integran este libro son una puerta de entrada a la vivencia de las mujeres privadas de su libertad. Los 76 textos son una revelación, en el sentido fotográfico del término.

Quizás ahora con las cámaras digitales, con los celulares, no lo recordemos. Quizás las personas más jóvenes no recuerden, o más bien, ni siquiera sepan en qué consiste estos procesos de relevación.

Quiero usar esta idea de revelación para explicar la importancia del libro que presentamos desde la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

Hace poco más de una década, cuando usábamos cámaras fotográficas analógicas debíamos usar un rollo fotográfico que después mandábamos a revelar. El proceso se realizaba en un cuarto oscuro, iluminado con una luz roja. El lugar estaba lleno de mesas y de bandejas repletas de químicos que se usaban para imprimir las fotos en un papel especialmente elaborado para su función.

Las imágenes de las fotos tomadas aparecían lentamente en el papel húmedo que se colgaba en cordones que iban de lado a lado en las paredes.

De colores sepia o blanco y negro las imágenes tomadas se asomaban lentamente en el papel que se iba escurriendo y secando lentamente.

Las fotos después serían resguardadas en álbumes. Estos últimos se resguardan en algunas casas y son revisados de vez en cuando para recordar el momento en el que se tomó la foto. Cada vez que se abre el álbum se rememora el momento registrado en la imagen.

El libro que presentamos hoy será ese álbum al que lectoras y lectores podrán acercase para conocer ese instante que ha quedado revelado en las líneas de cada texto.

Las líneas que nos cuentan la historia de la vida en reclusión, de la maternidad, de las amistades, de la vida en cada momento exacto en donde cambió su rumbo, el instante en el que la vida dio un giro inesperado.

En lugar de una cámara, el concurso ha sido el mecanismo para capturar las experiencias que hoy compartimos. En lugar del cuarto oscuro, tenemos la escritura a mano alzada, con la que letra por letra fueron apareciendo historias, ideas, obras de teatro, cartas, recuerdos, poemas, memorias, enojos, frustraciones, alegrías o aprendizajes.

A través de la escritura se han creado mundos y se ha dado vida a muchas realidades que viven las mujeres privadas de su libertad.

El libro nos permite conocer cuáles son las vivencias, las experiencias y los recuerdos de nuestras autoras, en relación a temas como el acceso a la justicia y el debido proceso, la libertad, el libre desarrollo de la personalidad, la maternidad, la vida en reclusión y la violencia estructural.

Los textos son claro reflejo de cómo en la vida personal y colectiva se ponen en acción o no los derechos humanos. Nos recuerdan que la vigencia de los derechos humanos va más allá de las normas y obligaciones. Nos recuerdan que los derechos humanos son la vida misma andando en el tiempo.

Cada texto nos narra cómo la vida digna es una realidad que se está haciendo minuto a minuto, que no es algo que se crea de manera espontánea: es el resultado de un esfuerzo personal y colectivo. Más aún cuando se está privada de la libertad.

Los textos narran las vivencias antes de ingresar a los centros femeniles de reinserción social de Santa Martha Acatitla y Tepepan, y durante su estancia en ellos.

La sensibilidad con la que nos comparten las autoras sus experiencias nos hacen ver todas las cosas que tenemos en común con ellas.

Sus textos nos acercan a la vivencia humana de la privación de la libertad, la lucha interna por adaptarse, aceptar y entender esa vivencia. Las percepciones sobre la justicia, la vida familiar, las relaciones, el amor y la historia personal.

Los textos nos revelan una vivencia profunda de la espiritualidad, y de la capacidad reflexiva, emocional y afectiva que experimentamos los seres humanos.

Pensemos que estos textos nos pueden estar contando la vida de las 1,514 mujeres que están privadas de su libertad en Santa Martha y Tepepan. Mujeres que representan el 6% del total de las personas que están privadas de su libertad en la Ciudad de México.

Pensemos que estos textos nos hablan también de las mujeres privadas que en su mayoría, el 85%, están entre los 18 y los 49 años.

Este libro que presentamos hoy podría ser la voz de las 11,794 mujeres privadas de su libertad en todo el país, y que también comparten con nosotros los sentimientos, las expectativas o los temores que se reflejan en estas páginas.

Gracias a las autoras que participaron, y empiezo por María de Lourdes, este tercer lugar, que en paz descanse, a Alejandra, Alicia, Ana Lilia, Ave Fénix, Bertha, Blue Blue, Brenda, Chencha, Chuponcito, Cinthia, Coral, Cositas, CUM, Cynthia, D.T, Daniela, Edith, Fanny, Guadalupe, Guerrera de Dios, Helen, Jaqueline, Joyce, Julieta, a las dos Karlas, Kronos, La Güera, Leidy, Leticia, Lily, Lucero, Luz y Sombra, María de los Ángeles, María de Lourdes, María Enriqueta, María Luisa, Maribel, Marilyn, Marlene, Menphis, Miriam, Nancy, Negrita Hermosa, Ojos Profundo, Paty, Sara, Spica, Tailyn, Valentina, Valeria y Vanesa.

Este trabajo ha sido posible gracias al coraje y la dedicación que ha tenido cada una de ustedes para escribir. La escritura no es una tarea fácil. Escribir sobre una misma y las experiencias propias es remover en el fondo de la memoria para reconstruir la historia que nos ha traído hasta el día de hoy.

Gracias por la valentía que han tenido para aventurarse a este viaje, y por tomarse un tiempo para escribir un texto que ahora podemos compartir con miles de personas y que contribuye a que reconozcamos que somos semejantes.

Este trabajo es resultado de un esfuerzo colectivo con la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, y el trabajo del equipo de las juradas que acompañaron con dedicación este proyecto.

También es producto de años de trabajo de quienes integran la Segunda Visitaduría de esta Comisión, quienes trabajan hoy día bajo el liderazgo de Iván García Gárate. Especialmente muchísimas gracias Cruz, a Lourdes y a Regina, que participaron de manera directa y constante en este proyecto, quienes a su vez fueron acompañados por un equipo de trabajo editorial y de diseño que dio cuerpo a esta magnífica obra que ponemos a disposición de ustedes el día de hoy.

Invito a todas las personas que nos acompañan en este evento a que lean este libro de la página 1 a la 238. Que recorran cada página con mucha disposición para entender una parte compleja de la realidad humana: la vida de las mujeres privadas de la libertad. Les aseguro una lectura maravillosa y única.

 

Muchísimas gracias.