Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México
Boletín 464/2012
02 de diciembre de 2012
De acuerdo con información proporcionada por diversos medios de comunicación, Juventina Villa fue asesinada junto con su hijo por desempeñar acciones de protesta, a raíz de la tala de árboles en la región de La Laguna, municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, lucha que se ha prolongado por varias décadas y ha cobrado la vida de más de quince hombres y mujeres.
Es importante resaltar que, con anterioridad, Juventina Villa solicitó al Gobierno del Estado de Guerrero se le otorgara protección a ella y otras familias que se encontraban en riesgo por la actividad de grupos de delincuencia en la zona, existiendo un patrón de criminalización contra quienes han denunciado atropellos perpetrados tanto por agentes del Estado como por grupos de la delincuencia organizada. Esta solicitud se hizo nuevamente en noviembre pero no fue atendida debidamente por el gobierno del Estado, según reportan las mismas organizaciones.
La mayoría de las personas asesinadas proviene de Chihuahua y Guerrero, entidades que concentran también el mayor número de ataques contra defensoras y defensores, según el informe de la Iniciativa Mesomericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos. Así, se debió tener en cuenta este contexto para brindar la protección pertinente.
Ante ello resulta preocupante, que aun cuando el Estado mexicano tiene la obligación de garantizar y proteger la labor de las y los defensores, las estructuras institucionales sean omisas ante solicitudes expresas de atención al riesgo.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) se suma a la exigencia de verdad y justicia para éste y otros casos de agresión y asesinato en contra de defensoras y defensores. Así como por el establecimiento de condiciones para que estas personas puedan ejercer su labor en un ambiente de seguridad conforme lo establece la Declaración sobre el derecho y el deber de ellas, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos.
