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CDHDF llama a despresurizar las cárceles para evitar hacinamiento y la ingobernabilidad

Boletín 450/2012
26 de noviembre de 2012

• En casi 20 años de labores, la CDHDF ha emitido más de 50 Recomendaciones e informes especiales en la materia; lejos de mejorar, las condiciones empeoraron en los centros penitenciarios de la ciudad de México.

El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, se pronunció por la inmediata despresurización de los penales capitalinos, la aplicación del debido proceso en la fase de ejecución de las penas y la recuperación del control de los espacios carcelarios por parte de las autoridades penitenciarias.

Durante su participación en el Foro de Diagnóstico Penitenciario, convocado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el Ombudsmancapitalino lamentó que en casi 20 años de labores de la CDHDF se han emitido más de 50 Recomendaciones e Informes Especiales sin que hasta el momento se adviertan mejoras en las cárceles de la ciudad, sino un empeoramiento de las condiciones en dichos centros.

En su exposición en la Mesa 2 “Legislación vigente y reclusorios” dijo que es necesaria la despresurización para evitar el hacinamiento, la sobrepoblación y los problemas de gobernabilidad.

Enfatizó que es urgente la recuperación de los espacios y la recomposición de las relaciones entre las personas privadas de la libertad, de éstas con los cuerpos de custodia y con el personal técnico; así como una reorientación de la política penitenciaria hacia una política de derechos humanos.

Luis González Placencia explicó que la despresurización requiere dejar de meter a más personas a prisión, reconsiderando la idea de que entre más gente en cárcel, menos delitos en las calles. Los informes y estudios sobre el fenómeno penitenciario, apuntó, demuestran que existen todas las condiciones para reproducir los esquemas delictivos dentro de estos centros.

Subrayó que se debe implementar la Reforma Penal de 2008, específicamente las penas alternativas a prisión, así como que quienes están recluidos pueden contar con opciones para compurgar en menos tiempo sus penas.

El Presidente de la CDHDF insistió en que al interior de los penales, tanto del Distrito Federal como de todo el país, persisten las condiciones que posibilitan realizar cualquier tipo de transacción, legal o ilegalmente, con el fin de satisfacer las necesidades humanas. Puso como ejemplo la Recomendación que emitió la CDHDF por el fenómeno de trata de internas.

Ante tal panorama consideró necesario reorientar la política penitenciaria en el marco de la Reforma Constitucional en Derechos Humanos del 2011. Tanto el personal como el Sistema, deben de trabajar “a pesar de la prisión y no para la prisión, así como que los servicios deben ser considerados como derechos, garantizados por las propias autoridades: salud, educación, trabajo y alimentación”.

Finalmente se manifestó porque los esfuerzos de quienes integran la Comisión Especial de Reclusorios de  la ALDF culminen por devolver y reinsertar socialmente a las personas privadas de su libertad con el menor daño posible del que hoy les ocasiona la política carcelaria.