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En México el empleo de la tortura por parte de algunos agentes policiales es habitual y sistemático

Boletín 239/2012
26 de junio de 2012

• 26 de junio, Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura

• DF requiere de Ley específica para prevenir, sancionar y erradicar la tortura

En el marco del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura que se conmemora este 26 de junio, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) hace un llamado a las autoridades competentes para avanzar hacia la consolidación de una Ley específica para prevenir, sancionar y erradicar la tortura en la ciudad de México.

Dicha Ley debe incorporar el marco internacional de protección a los derechos de las personas víctimas de tortura, instrumentos de cumplimiento obligatorio para el Estado mexicano atendiendo los mandatos de la Reforma Constitucional del año anterior.

De acuerdo con el Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal(PDHDF), en México el empleo de la tortura por parte de algunos agentes policiales es habitual y sistemático, considerado como un recurso en las investigaciones criminales, disponible cuando el desarrollo de las investigaciones lo requieren.

La CDHDF reconoce que las recientes reformas al Código Penal del Distrito Federal en materia de tortura dadas a conocer el pasado 6 de junio en laGaceta Oficial del Distrito Federal son un paso importante en la protección del derecho a la integridad, a la libertad y a la seguridad personales.

No obstante, es necesario subrayar que los compromisos internacionales firmados y ratificados por el Estado mexicano demandan de las entidades federativas un mayor compromiso y acciones contundentes que garanticen el derecho a la integridad personal a través del reconocimiento de la dignidad inherente al ser humano, atendiendo a su preservación física, psíquica y moral.

Estas obligaciones están plasmadas en el PDHDF, el cual incorpora 45 líneas de acción en materia legislativa y de política pública, tendientes a proteger el derecho a vivir libre de tortura y otros tratos inhumanos y/o degradantes, garantizar el principio de legalidad en la detenciones y proteger a quienes habitan y transitan en esta ciudad contra la desaparición forzada.

Las acciones del PDHDF contra la tortura mandatan a la Procuraduría General de Justicia, el Tribunal Superior de Justicia, la Secretaría de Seguridad Pública y a la Secretaría de Sistema Penitenciario locales “Asegurar la observancia cabal y total de los recursos legales y hacerlos más eficientes para lograr la erradicación de la tortura y los tratos crueles inhumanos y degradantes y garantizar la sanción penal y administrativa de los infractores conforme a los estándares internacionales”.

Cabe mencionar que las acciones establecidas en el PDHDF están armonizadas con el derecho internacional de derechos humanos, así como con las cerca de 61 recomendaciones internacionales emitidas por Comité contra la Tortura, el Relator Especial sobre la Cuestión de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (ONU), así como por el Subcomité para la Prevención de la Tortura.

Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura

La comunidad internacional conmemora anualmente el 26 de junio el Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, con el fin de dirigir la atención mundial hacia la necesidad de poner fin a la tortura y ayudar a las víctimas.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional en su resolución 52/149, de 12 de diciembre de 1997, con el propósito de erradicar la tortura y de asegurar la aplicación de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

La tortura es una de las formas más graves de violación de los derechos humanos, e impone un costo terrible a millones de personas y sus familias. La violación, los golpes en las plantas de los pies, la asfixia por inmersión, las quemaduras, la aplicación de corriente eléctrica, la privación del sueño, las sacudidas y las palizas son métodos habituales de los torturadores para quebrantar la personalidad del individuo.

Aunque los daños físicos son tremendos, las secuelas psicológicas y emocionales suelen ser aún más destructivas y más difíciles de curar. Muchos supervivientes de la tortura sufren de pesadillas y de recuerdos angustiosos recurrentes. Rehuyen a la familia, la escuela y el trabajo y experimentan pérdida de confianza.

La tortura destruye la personalidad de la víctima despreciando la dignidad intrínseca de todo ser humano. Por ello Naciones Unidas ha condenado desde sus comienzos esta práctica por ser uno de los actos más aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes.