Boletín 101/2025
30 de septiembre de 2025
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Con el propósito de analizar los procesos de integración e inclusión, así como los retos y oportunidades que plantea su presencia en un contexto urbano diverso y en constante transformación, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) presentó los resultados del Sondeo “Personas migrantes internacionales afrodescendientes en la Ciudad de México”.
La Ombudsperson capitalina, Nashieli Ramírez Hernández, destacó que su presencia es cada vez más significativa en nuestra Ciudad, por lo cual este documento pretende ser un aporte a la política pública para su inclusión y respeto de su diversidad cultural.
El sondeo abordó distintos ejes para conocer la percepción que tienen las personas migrantes internacionales afrodescendientes sobre el trato que se les brinda en la Ciudad; integración al sistema de bienes y servicios; inclusión en las comunidades, colonias y distintos espacios públicos; y proyecto de vida y residencia en la Ciudad.
Se aplicó un cuestionario a 153 personas y a partir del trabajo territorial de las delegaciones de la CDHCM, se detectaron zonas específicas de presencia afrodescendiente migrante. Las alcaldías con mayor número de personas fueron: Tláhuac y Cuauhtémoc con casi 16% de los encuestados; Iztacalco con 14.4% seguidos de Gustavo A Madero, Iztapalapa y Xochimilco con 13%.
Se detectaron personas de 17 nacionalidades; provenientes de 11 países de la región América Latina y el Caribe, 6 de países africanos y un país del continente asiático.
La Presidenta de la CDHCM explicó que, en cuanto al tiempo de residencia en la Ciudad de México, 37% tenía entre 6 mes y un año; y 34% entre 1 y 2 años de habitar en la capital. Cuatro de cada 10 personas viven solas y un tercio con su familia. Al respecto, señaló que la permanencia no asegura mayor pertenencia: entre 6 meses y 2 años se observó más integración, pero con más tiempo el arraigo disminuyó.
Indicó que 4 de cada 10 personas percibieron actos de distinción basados en la tonalidad de su piel, lo que revela la presencia de prácticas discriminatorias en espacios de interacción cotidiana como el trabajo, calle o negocios. Las burlas (30.5%) e insultos (28.5%) fueron las principales formas de discriminación.
Ramírez Hernández explicó que la mayoría de las personas consultadas (75%) desarrollan empleos informales precarizados como conducción de mototaxis, venta de productos en el tianguis y semáforos.
En ese sentido, dijo, las principales necesidades de integración identificadas en el sondeo son: acceso a un trabajo estable, vivienda digna, servicios básicos, seguridad en espacios públicos y el reconocimiento a través de buenos tratos y amistades.
Por otra parte, la tranquilidad aparece como emoción central en la experiencia migrante en la Ciudad de México, asociada a dejar atrás contextos de violencia, pobreza o discriminación y a la posibilidad de reconstruir la vida en un entorno más seguro.
Entre las acciones clave para transitar de la integración a la inclusión se encuentran: adecuar las políticas públicas acorde a las necesidades locales; articulación con organizaciones civiles, locales e internacionales; impulsar la capacitación, entre otros.
En su intervención, el Coordinador General de Atención a la Movilidad Humana del Gobierno capitalino, Temístocles Villanueva Ramos, destacó que el reporte será de gran utilidad para la elaboración del Plan General de Desarrollo 2030 de la Ciudad de México.
Subrayó que la capital del país dejó de ser una ciudad de tránsito y se ha convertido en un lugar de destino y retorno para las personas en contexto de movilidad, lo que refleja la necesidad de impulsar políticas de inclusión social a largo plazo para ese sector.
Por otra parte, la Representante Asistente de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México, Anne-Birgitte Krum-Hansen, indicó que la Ciudad de México ocupa el segundo lugar nacional en solicitudes de asilo, con el 35% del total, sólo detrás de Tapachula, Chiapas.
Apuntó que, por primera vez, el 85% de las personas atendidas por ACNUR-México señalan a este país como destino, antes que Estados Unidos, un dato que calificó de relevante ante los cambios actuales de los procesos de movilidad humana.
La Oficial Nacional de Protección de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Yolice Quero, destacó los esfuerzos institucionales de la Comisión para sistematizar la información recabada en el sondeo sobre este grupo de población y por visibilizar las condiciones en las que ejercen sus derechos.
Explicó que la población afrodescendiente es un grupo heterogéneo y diverso; de distintas nacionalidades y lenguas; tradiciones y costumbres; que van marcando su ciclo migratorio desde su país de origen hasta su destino, pasando por desigualdades no sólo raciales, sino estructurales.
A su vez, la integrante del Centro de Estudios Afromexicanos “Tembembe”, Kathleen Murrain Knudson, señaló que el 85% de las personas migrantes en el país no denuncia los actos de discriminación que enfrenta, ya sea por desconfianza hacia las autoridades o por considerar que esta situación está vinculada con la migración.
Advirtió que en México persiste un racismo sistemático hacia la población afromexicana, fenómeno que se ha acentuado en los últimos meses. Enfatizó que “migrar es un derecho humano, que incluye la libertad de las personas para desplazarse y elegir un lugar de residencia”.
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