Boletín 49/2025
28 de mayo de 2025
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Para la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) el trabajo de base, en colaboración directa con las comunidades, es fundamental para mapear las rutas de riesgo y visibilizar las formas específicas de violencia contra las mujeres de cada región o territorio.
Así lo destacó la Directora General de Quejas y Atención Integral de la CDHCM, Nuriney Mendoza Aguilar, durante el Simposio Internacional “Transformando masculinidades y empoderando a las mujeres que experimentan múltiples violencias. Nuevos horizontes para las y los profesionales”, convocado por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (Ibero), la Universidad de Calgary (Canadá) y este Organismo.
Sostuvo que es prioritario desarrollar estrategias participativas que incluyan a los hombres como aliados en las prevenciones y fortalecer redes institucionales que articulen esfuerzos locales con prácticas y estándares internacionales en derechos humanos.
En México, subrayó, la violencia contra las mujeres es una emergencia pública, ya que de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 70.1% de las mujeres mayores de 15 años han experimentado al menos un incidente de violencia en su vida.
Ante este panorama, dijo, se requiere de nuevas rutas para la prevención y atención de las violencias, tanto en el diseño de las políticas públicas como en las prácticas de atención e investigación.
Para incorporar dicho enfoque de género es esencial trabajar desde el territorio, reconociendo saberes locales y crear intervenciones que respondan a las necesidades específicas de las mujeres de cada región.
Mendoza Aguilar explicó que se requiere de la participación activa y cuestionar las normas arraigadas, construir juntas y juntos estrategias viables y sostenibles para lograr la igualdad: “Prevenir la violencia de género es una responsabilidad compartida”.
La CDHCM, enfatizó, reafirma su compromiso de impulsar un cambio que empodere a las víctimas y a consolidar comunidades más seguras y libres de violencia.
En tanto, la Profesora del Departamento de Psicología de la Ibero, Carolina Armenta Huarte, destacó que este espacio convoca a reflexionar, aprender y sobre todo para actuar frente a uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, las violencias por razones de género.
La violencia no es un fenómeno aislado ni individual, sino es un fenómeno estructural y profundamente arraigado en las prácticas sociales, así como en relaciones de poder históricamente desiguales.
Hoy más que nunca, dijo, es necesario prevenir lo que implica transformar las estructuras y cuestionar un modelo de masculinidad basado en la dominación e imaginar otra forma de ser y convivir, empoderando a las mujeres.
La Profesora adjunta de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Calgary, Mónica Sesma, sostuvo que la violencia contra las mujeres es igual de grave en Canadá como en nuestro país, por eso se requiere del esfuerzo conjunto para erradicarla.
La intención de este esfuerzo en común, apuntó, es crear conciencia, educarnos y crecer juntos para detener la violencia de género.
Posteriormente, la Directora General de Quejas y Atención Integral de la CDHCM, Nuriney Mendoza Aguilar, impartió la ponencia magistral “Avances y Desafíos tras la Reforma a la Ley General de Salud sobre Salud Mental y Adicciones: El caso particular de la atención a mujeres que enfrentan violencia”.
Al respecto explicó que la distribución desigual de profesionales en el ámbito de salud a lo largo del país, incluso de la misma Ciudad de México, así como la centralización de los servicios es una de las barreras persistentes.
También la falta de atención con enfoque comunitario, la accesibilidad que tienen las personas a tales servicios, la insuficiencia presupuestaria, la falta de coordinación entre servicios de salud mental y los vinculados a la atención de la violencia por razones de género, son otros retos a superar.
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