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Discurso de la Presidenta de CDHCM, Nashieli Ramírez, en la presentación de la serie de inclusión, derechos humanos y construcción de ciudadanía INCLUSIVE, del IECM

Discurso 8/2020
18 de febrero de 2020

Muy buenas tardes, todas, todos y todes. Agradezco la invitación del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) para dar la bienvenida en la presentación de la serie de Inclusión, Derechos Humanos y Construcción de Ciudadanía, Inclusive.

Saludo al Consejero Electoral Mauricio Huesca Rodríguez y agradezco la invitación del Instituto que, a través de él me hicieron, para estar aquí con ustedes; a la Consejera Carolina del Ángel, y al Consejero Beltrán, también.

Asimismo, saludo a quienes me antecedieron en el uso de la palabra: Diana Álvarez Mauri y Lorenzo Jiménez de Ruiz; así como a la y los autores que participaron en la serie; por cierto, se encuentran dos Visitadores de la Comisión, Iván García Gárate y Juan Carlos Arjona; y, sobre todo, a las niñas, niños y adolescentes que ha de haber por aquí, que también son autores y contribuyeron para esta serie, en especial, a ellos.

La serie que se da en el vigésimo aniversario del Instituto Electoral local, razón suficiente para celebrar, a lo que se añade la pertinencia de desagregar las perspectivas de construcción de ciudadanía, provenientes y dirigidas a grupos de atención prioritaria en el ejercicio de tus derechos civiles y políticos, principalmente.

En ese sentido, los siete números de la serie Inclusive que se presentan hoy, cubren la mitad de los 14 Grupos de Atención Prioritaria que establece nuestra Constitución local, la Constitución de la Ciudad de México, nombrados de esa manera, en congruencia con los principios de derechos humanos para el diseño de política pública: priorizar a los grupos históricamente discriminados. El foco se hace, no en la situación de vulnerabilidad, no en el principio de discriminación, no en la categoría de marginalidad, sino en la obligación del Estado de atender prioritariamente, por ciertas características, a estos grupos.

Los 14 Grupos de Atención Prioritaria corresponden a esa categoría. La causa de discriminación hacia cada uno es diversa, pero corresponden a las categorías llamadas sospechosas y calificadas así en el corpus constitucional mexicano: edad, sexo, género, orientación sexual, identidad de género, adscripción indígena, entre otras.

En particular, la Constitución Política de la Ciudad de México identifica esas causales de discriminación, las reconoce y visibiliza, y con ello rompe también con la tradición de nombrarle, como dije anteriormente, grupos vulnerables.

Y es que, en ese contexto, la vulnerabilidad no es intrínseca a las personas, sino que las vulnera en un contexto social, a partir de estereotipos, estigmas y perjuicios, que tienen como resultado la lesión, negativa u obstaculización de un derecho.

Sin embargo, como se ha comentado, la cuestión no se limita únicamente a la discriminación, sino a la integración para la construcción de una sociedad diversa, en su multiculturalismo y multilingüismo, entre otras diversidades. Por la generalogía en la conceptualización de las causas que generan desigualdad en el ejercicio de los derechos, la serie Inclusive es un acierto, pues aporta esta perspectiva.

Las instituciones debemos adaptar nuestra atención a esta perspectiva de derechos para los Grupos de Atención Prioritaria; en este sentido, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) ha venido trabajando con una división temática por Visitadurías Generales. La Segunda y Cuarta Visitadurías dan cobertura a estos Grupos de Atención Prioritaria: personas privadas de la libertad; niñas, niños y adolescentes; mujeres; personas mayores; personas con discapacidad, entre otros.

Por esa razón, es de celebrarse la presentación de los siete primeros libros, que están dedicados a personas migrantes y sujetas de protección internacional; personas LGBTTTIQAPy+; personas de identidad indígena; personas en situación de calle; personas afrodescendientes; personas privadas de la libertad y víctimas de violaciones de derechos humanos o de la comisión de delitos.

Las y los autores, abordan a su vez distintos procesos de ejercicio de derechos y construcción de ciudadanía, desde la perspectiva interseccional. El ejercicio es valioso en sí mismo, pues aporta a las y los lectores de esta Ciudad, sensibilización, reconocimiento del punto de partida, y visibilización sobre los procesos diferenciados para la construcción de ciudadanía individual y colectiva de cada uno de los grupos abordados.

Esto no es menor, pues es importante reconocer que el propio concepto de Ciudadanía Jurídica se ha impuesto, por encima de otros desarrollos del concepto sociológico, antropológico o incluso filosófico, que son más amplios y descriptivos del abanico de posibilidades de participación.

Y ya lo abordaban, tanto Diana como Joaquín: es parte también de una aproximación de la ciudadanía, ya que consideramos tendría que estar rebasada, simplemente ligada a los derechos políticos y civiles, pero también lo es en una lógica de romper con la estructura misma de la concepción dominante de Ciudadanía Jurídica. Un ejemplo muy claro de esto está en las niñas, niños y adolescentes que son considerados siempre ciudadanos en construcción, desde la categoría jurídica, y que tendrían que ser reconocidos como ciudadanos plenos, al igual que las personas con discapacidad, en términos de lo que la misma concepción de derechos y la Convención de Derechos para Personas con Discapacidad lo plantea.

La categoría jurídica de ciudadanía ha limitado la legitimación para la construcción de sociedades, incluso en contextos democráticos. El día de hoy concebimos la democracia a partir de la inclusión, aunque es necesario avanzar en su consolidación normativa y práctica. Persiste la herencia de la institución jurídica de ciudadanía que partió de la categoría de Hombre, Libre, Blanco, Con patrimonio, y sin discapacidad; por lo que su origen es esencialmente excluyente. A base de empeño y luchas sociales se ha desarmado ese concepto para incluir a las mujeres, la diversidad de orientación y género, no nacionales, etcétera.

Los ejercicios para dar contenido a los procesos de construcción de ciudadanía y ejercicio de derechos no son fortuitos; y sí son muy necesarios, pues aún es un reto la deconstrucción de las categorías jurídicas, excluyentes de tantos grupos: ¿Quién puede contratar? ¿Tener patrimonio? ¿Votar? ¿Participar en debates de interés público? ¿Quiénes no pueden hacerlo? ¿Existe justificación razonable para ello? Todas las anteriores son preguntas que es necesario plantearnos desde la lógica normativa, reglamentaria y práctica.

Cierro con una alusión a la obra de José Saramago, en particular, su Ensayo sobre la ceguera, con un fuerte contenido crítico sobre la relación entre gobernados y gobernantes: Hoy es hoy, mañana será mañana, y es hoy cuando tengo la responsabilidad, no mañana si ya estoy ciega. Responsabilidad de qué. La responsabilidad de tener ojos cuando otros los han perdido.

No podemos ser ciegos frente a la necesidad de observar las desigualdades en el ejercicio de los derechos que permiten la representación de las voces individuales y colectivas que han construido la sociedad, que construyen ciudadanía.

Y por eso, enhorabuena Inclusive; y por eso, enhorabuena los trabajos del Instituto Electoral de esta Ciudad de México. Felicidades.