domingo , 12 mayo 2024

Discurso de la Presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, en el Foro Agenda Pendiente a 30 Años de la adopción de la Convención sobre los Derechos de las Niñas y los Niños.

Discurso 105/2019
20 de noviembre de 2019

Primero decirles y comentarles que para la Comisión es muy importante que estén ustedes aquí, y es muy importante estar celebrando hoy 30 años de la Convención de los Derechos del Niño, como ya les han platicado.

La Convención es el instrumento internacional que une a todo el mundo, en donde se ponen de acuerdo todos los países; más firmado; de hecho, es el que tiene más consensos, solamente un país no ha ratificado, ¿saben cuál es? Estados Unidos.

Es importante, los que están aquí enfrente: Christian (Skoog, Representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México) de UNICEF; Minerva (Gómez Plata) que tiene un Programa de investigación sobre Infancia en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); la Abogada General de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), Mónica González Contró, que además es muy infantóloga ella; y el Diputado Memo (Guillermo Lerdo de Tejada Servitje, Presidente de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez del Congreso de la Ciudad de México).

Pero, allá abajo también está Fernando y está Froylán (Enciso Higuera, Secretario Ejecutivo del Mecanismo de Seguimiento y Evaluación del Programa de Derechos Humanos de la Ciudad de México), que es el Director del Programa de Derechos Humanos de la Ciudad; y Fernando (Elizondo García, titular de la Comisión de Búsqueda de Personas en la Ciudad de México), que es quien se dedica a la Comisión de Búsqueda, es decir, cualquier cosa que tenga qué ver con buscar, que si se llegan a perder, ahí está él que va a trabajar para ustedes.

Vamos a empezar, primero, un poco entendiendo que esta Convención es para todas y para todos, no importa quiénes somos, de dónde venimos, de qué color es nuestra piel, ni las características particulares que cada una tenemos. Un ejemplo de ello es Karla, que ha estado aquí, traduciendo en Lenguaje de Señas Mexicana (LSM), ¿para qué? Para que niñas y niños que también hay que tienen dificultad para oír, puedan entender lo que yo estoy hablando y la mayoría de ustedes entiende.

Vamos ahorita a aprender, por ejemplo, que cuando yo quiero que un compañero mío que no sabe, o una compañera que no sabe oír, entienda que le estoy aplaudiendo, ¿qué es lo que tengo qué hacer? Entonces, un aplauso… Y, ¿si quiero decirle que lo quiero? Así… ¿Está claro? De eso se trata, además, la Convención: se trata de que todos y todas entendamos, y entendamos en las diferentes maneras que tenemos, si estamos chiquitos o chiquitas, o más grandes, como ustedes, ya adolescentes.

Déjenme decirles además, y lo han dicho aquí, que 30 años pueden ser muchos y pueden ser poco: puede ser mucho, si pensamos que ninguno de ustedes, sus abuelas, conocían la Convención. Sus papás, algunos, la mayoría, ya era niño cuando la Convención, o nació posteriormente a la Convención, entonces parece mucho tiempo, pero como se dan cuenta, tenemos todavía mucho qué hacer, para que verdaderamente digamos que tenemos garantizado y no en papel nada más, todos nuestros derechos, porque finalmente de eso se trata, de ver cómo vamos avanzando.

Y déjenme darles algunos datos importantes desde la Comisión de Derechos Humanos que, por cierto, déjenme decirles a las niñas y los niños, que tenemos dos buenas noticias: una, que ya tiene un buen rato, pero que luego ustedes no conocen, es que esta Comisión es la única en el país que recibe quejas de niñas, niños y adolescentes. Si pueden venir, pueden entrar a internet, y ¿de qué se pueden quejar? De cosas que suceden en la escuela, de cosas que suceden si van al doctor y no los quieren atender con sus papás, pero ustedes pueden venir a quejarse, porque lo que nosotros hacemos en esta Comisión, es investigar la actuación del Gobierno, para la garantía de sus derechos.

Entonces, la primera buena noticia, y que espero que la utilicen más y más allá, porque además ya vamos a estar en las Alcaldías, de hecho, ¿hay alguien aquí que viva en La Magdalena Contreras? Levante la mano. Allá, a un ladito de la Alcaldía, está la oficina de la Comisión, ahí te esperamos. ¿Alguien vive en Tláhuac? Tú… Allá también tenemos oficina más cerca de ustedes. Y vamos a tener en todas las Alcaldías, para que ustedes puedan estar ahí, ¿ok? Mucha atención.

También vamos a echar a andar un mecanismo de participación infantil; entonces también vamos, si ustedes nos lo permiten, a invitarlos para quienes quieran participar con nosotros.

En 26 años de existencia de la Comisión, se han calificado como víctimas a 60 adolescentes y a 92 niñas y niños. ¿Qué quiere decir esto? Vienen, se presenta la queja sobre alguna situación, y se investiga y se acredita que son víctimas de violación de derechos humanos, estas niñas, niños y adolescentes.

En 26 años, 152 personas menores de 18 años están acreditadas en nuestras Recomendaciones, que es nuestro instrumento más fuerte, para hacer valer la garantía de sus derechos, y decirle a la autoridad ‘No le cumpliste, estás violando sus derechos’. Entonces, necesito que repares, necesito que pidas perdón, necesito que restituyas, y necesito que no lo vuelvas a hacer. Eso hace esta Comisión.

Pero, lo importante de esto, es decirles que estas 152 víctimas, tanto directas como indirectas, es decir, directamente han sido violadas en sus derechos, o de manera indirecta, porque sus papás, abuelos o alguien cercano de ellos fue víctima de esa violación y les pega a ustedes, es decir, ustedes también son víctimas no directas, pero indirectas de eso, 48% se ha acreditado en estos dos últimos años, lo que yo llevo aquí, la mitad de mi gestión.

Es decir, casi la mitad de víctimas directas e indirectas en Recomendaciones de esta Comisión, en 26 años, se han acreditado en estos dos años; sin contar que tenemos acreditados, sobre todo en las Recomendaciones de violencia de género, que estructuralmente la violencia hacia las mujeres tiene como víctimas indirectas a sus hijos, a sus hijas, a sus nietos, a sus nietas. Sin contar eso, tenemos esa cantidad. Y, ¿por qué tenemos esa cantidad? Uno, puede ser que estamos viviendo días difíciles para muchas niñas y niños.

Pero también, porque esta Comisión está comprometida a visibilizarlos, porque no se visibilizaban, como se ven en los datos. Y nosotros aquí decimos, sí hay manera, y es bien importante visibilizarlos, porque forma parte, exactamente de reconocerlos en esta cosa que se dice que es sujeto de derechos. No, son actores sociales. No son seres humanos que ‘van a ser, cuando sean adultos’; son seres humanos ahorita y, por lo tanto, desde el primer día, aunque nos vean chiquititos, son actores que implican y son importantes para nosotros, para esta sociedad, para que seamos más democráticos, para que vivamos sin violencia.

Y a eso nos dedicamos, y por eso tenemos esta cantidad, y seguiremos trabajando por visibilizarlos, porque es la manera que se compromete en garantizar sus derechos, porque a eso es a lo que nos obligamos y eso es lo que tenemos que hacer. Tenemos muchas cosas. La Convención, en los principios es permanente, sigue siendo vigente el Principio del Interés Superior de la Infancia, que es básicamente que las decisiones se toman a partir de que ustedes son los más importante.

¿Alguno de ustedes saben qué pasó en el Titánic?, se hundió un barco, pero ¿ustedes saben qué pasa cuando se va hundir un barco? Mujeres, niñas y niños primero, ¿verdad? Eso es el Interés Superior. El Interés Superior de las Niñas y los Niños es, hagan de cuenta que se va a hundir el barco, y todas las decisiones y todo lo que tiene que pasar, primero niñas, niños y adolescentes primero, eso es el Interés Superior.

Lo otro es la participación infantil: tenemos que escucharles, tenemos qué oírles, pero no nada más eso; tenemos que hacerles caso, porque luego te piden tu opinión y te dicen ‘ok, eso es lo que tú opinas, pero yo decido’. En eso es en lo que tenemos que avanzar.

Y lo otro, el otro principio, es que tenemos que avanzar sobre asegurar su supervivencia, su desarrollo, y eso no ha cambiado en 30 años, pero sí han cambiado otras cosas, por ejemplo, en esta Ciudad, hay cada vez más datos sobre niños que no están sabiendo, que están llegando a los hospitales y a las clínicas por estrés o que están atentando contra su vida, porque no sienten que la vida valga la pena.

O, por ejemplo, tenemos cosas que muchos de ustedes padecen en la escuela, que es no nada más la violencia entre ustedes, a veces, sino también la violencia de los adultos hacia ustedes, o que nos les dejen usar el patio de la escuela, nada más porque sí. Y luego, nosotros acá, decidimos hacer unas cosas acá, como ‘mochila segura’, que no sirve de nada, se los aseguro; lo único seguro de la ‘mochila segura’ es que no sirve de nada, y además violenta sus derechos, porque nadie tiene por qué… Alguna vez, en un preescolar, en uno de lactantes, revisaban la pañalera, pues no vayan a traer un talco asesino, a esos niveles llega.

Esas cosas que están en discusión, son cosas que tenemos que ver, que no se discutían hace 30 años, pero que se discuten ahora, pero que quienes me precedieron en la palabra ya comentaron. Entonces, la buena noticia ya llegó: ya acabé.

Pásenla muy bien hoy, disfruten mucho este día, el trabajo aquí de Palmira, Andrea, y de mucha gente de la Comisión, que están aquí para servirles. Regresen muy pronto, y celebremos este 30 aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, actualizándola, conociéndola, trabajando sobre las Observaciones Generales de la Comisión que actualizan estas discusiones, pero sobre todo, ustedes empoderándose. ¿Qué quiere decir esa palabra, me puede decir uno de ustedes? Creyéndosela, que son sujetos de derechos, creyéndose que, no importa su edad, creyéndose que son actores sociales para esta Ciudad y para este país.
Entonces, muchísimas felicidades por este 30 aniversario, y sigamos trabajando; la Comisión está abierta para todas y todos ustedes.