miércoles , 25 septiembre 2024

Palabras de la Presidenta de la CDHCDMX, Nashieli Ramírez, en el Foro: “Reforma Constitucional en Materia de Paridad. Conformación de las Leyes Secundarias y su Impacto en la Legislación de la Ciudad de México”.

Discurso 75/2019
12 de agosto de 2019

 

Buenos días a todas, a todos y a todes. Voy a ser breve, voy a ser muy breve. De entrada quisiera empezar agradeciendo al Tribunal Electoral, y en especial a Martha Leticia Mercado por la invitación a participar en la inauguración de este Foro, que como ya se ha dicho, es de gran importancia.

Y en este marco primero quiero acentuar que no creo que compitan el Día Internacional de la Juventud con un Foro como éste, al contrario. Hoy estaríamos hablando exacto y construyendo exactamente para ese bloque de edad, cuya discusión ahorita de algunos de nosotros parecerá ante ellos como retrógrada, creo yo; y, bueno, sumándonos a lo que hoy es el día que se dedica a la educación, educación para los jóvenes y las jóvenes, creo que es muy pertinente un Foro así. Entonces pues bienvenido igualmente el 12 de agosto.

Quisiera empezar muy rápidamente y es bueno hablar después de que hablaron bastantes, como dice la Magistrada: ya hay muy poco que decir. Nada más quisiera retomar algunas cosas de lo que ya han apuntado los que me antecedieron en la palabra.

Primero el retomar que esta agenda es una agenda que deriva de la sororidad. Kenia, la Senadora, no lo dijo tan fuerte, pero así es. El haber llegado hace pocos meses exactamente a la aprobación de esta agenda legislativa tiene que ver con una alianza social, ética y emocional de muchas mujeres; y que como ya lo dijeron quienes me antecedieron también, es no nada más histórica a lo largo de cómo se va construyendo, sino es histórica de cómo, si ustedes ven y logran entrar a YouTube a ver qué pasó ahí, como trascendió las agendas partidistas y las agendas específicas y las luchas en otras cosas para hacer un frente común, y eso que quede claro, entre mujeres, que con esa base convencieron, a base exactamente de esa sororidad, a sus pares barones. Entonces creo que ese es una primera cosa que hay que rescatar, que hay que retomar y que hay que aplaudir.

Déjenme seguir hablando de una diferencia que creo que es muy importante, y déjenme explicárselas y tratar de explicarla. No estamos hablando de la participación pública, no estamos hablando de la participación política, estamos hablando de la participación en el poder y eso es mucho muy importante tenerlo muy claro, y en esta Ciudad más. Y vayámonos por partes, ya lo han dicho a lo que nos va a enfrentar, y en el Foro lo vamos a ver, es cómo vamos a discutir en esta Ciudad las leyes secundarias, lo que deriva de estas modificaciones, pero ya también lo dijeron, y aquí tenemos dos Constituyentes, también ellos dejaron para esta Ciudad en una dinámica de un Congreso que está en esa dinámica también de adaptar las leyes secundarias a esta Constitución, que de entrada, ya lo dijo Arturo, es una Constitución de avanzada, que nos dejó mucho más para esto y mucho más para avanzar.

Pero esto no se queda ahí, no se queda nada más en las modificaciones, en lo que tenemos que hacer como reto en el ámbito legislativo, sino, también ya lo decía Arturo, en el cambio social, y yo me iría un poquito más allá. Nosotros no podemos entender esta Ciudad como ninguna otra Ciudad del mundo sino es con la participación en lo público de las mujeres.

Esta Ciudad, como todas las ciudades del mundo, se construyó a base de liderazgos comunitarios, de barrio de las vecinas, en donde ahí de ocho a 10 eran mujeres. Eran mujeres que hablaban y gritaban por el pavimento, por la luz, por la regularización de su vivienda. Así se construyó esta Ciudad. Entonces estamos hablando de que entonces no es participación pública, porque eso es mayoritariamente participación política.

Tampoco es solamente participación política porque algunos, algunas fueron llegando a tener liderazgos más fuertes ahí que rebasaron la colonia y alcanzaron en ese entonces las Alcaldías y entonces también el poder, digamos, político en esta Ciudad. Aquí estamos hablando de que la agenda de paridad es una agenda de poder, porque si nosotros vemos la participación pues no es análoga a la participación y al poder; y esto tiene que ver sí con el cambio social, sí tiene que ver con la perspectiva, pero sobre todo, comentábamos ahí y Martha Tagle lo comentaba muy bien con nosotros ahí adentro, tiene que ver con un cambio cultural.

Si nosotros verdaderamente llegamos a aterrizar con legislaciones y con lo que deriva esto lo que implica la paridad, y aquí yo no me iría a la parte matemática, me iría a la parte de lo que etimológicamente es paridad también no en términos matemática que es entre iguales y en calidad, la calidad entre iguales, no la cantidad entre iguales, estamos hablando básicamente de cambios culturales de cómo hacer política, de cómo ejercer el poder; de cómo por ejemplo es notorio que hoy tenemos una Secretaria en esta Ciudad que tiene un bebé en primera infancia y que la vemos cargándolo y lactando y haciendo porque así es, porque las mujeres somos eso y otras cosas más; y eso es un cambio cultural que tendrá que también impactar en un proceso esta agenda, que no se puede y no tendría que quedarse nada más en eso si entendemos que de lo que estamos hablando es una agenda básicamente de participación en el poder, en donde creemos que tendríamos que tener mayores escaleras y menos toboganes para poder llegar y alcanzarla, y adecuar esta cosa que llamamos la reconciliación de la vida personal con la vida política, con la vida del poder, y creo que eso es lo que tendremos que avanzar y tendremos que ir visibilizando.

Y finalizaría con algo que también retomaron, en especial Mario Delgado, y que tiene que ver con la violencia política, eso también nos va a meter en una arena en donde tenemos que visibilizar y entender más qué es esto de la violencia política de género, porque eso, exactamente esta agenda, nos va a enfrentar a eso porque esa es la arena en donde vamos a abrir otro frente de violencia cada vez más claro, porque finalmente la lucha del poder lamentablemente todavía nos falta mucho para avanzar para hacerla no nada más en términos paritarios, sino en términos civilizados, en términos en donde la lógica debe ser el derecho a nuestros derechos humanos tanto individuales como colectivos. Entonces mil felicidades y encantada de estar aquí.