Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México
Discurso 80/2018
17 de septiembre de 2018
Si todos nos sintiéramos hermanos y hermanas, ya que acaso la sangre de una persona, ¿no es igual a otra sangre?; si el amor nos hiciera poner hombro con hombro y fatiga con fatiga; si hiciéramos unos juntos a otros un bloque sin fisura, los millones de rojos corazones latirían juntos y abriríamos los ojos, serenando la frente unos a otros, y empujáramos recio con el puño y la espalda, solamente hacia arriba, la igualdad construida se alzaría en el mundo: poema de María Rosa Candel.
Buenas tardes a todas y a todos. Bienvenidas sean a esta su Comisión. El Premio Rostros de la Discriminación surgió hace 14 años a iniciativa de CONAPRED, la Fundación Manuel Buendía y esta Comisión, con el fin de promover la fuerza que tiene la libertad de expresión cuando visibilizas las causas de la discriminación y sus efectos y cuando promueves la igualdad. Desde entonces, se han sumado más alianzas con las instancias que hoy integran el Comité, instancias que ya han sido nombradas a lo largo de esta ceremonia.
Es un gusto para esta Comisión que después de una pausa de cuatro años se reintegre como parte de este Comité. Muchísimas gracias, es un honor estar aquí con Alexandra Haas, con Jacqueline L’Hoist, con Jesús Peña, con Mario Hernández, con Lídice Rincón Gallardo, por parte del Comité organizador; asimismo, a las y los periodistas ganadores muchísimas felicidades. Quisiera hacer un reconocimiento especial mencionándolos y agradeciéndoles a quienes formaron parte del jurado: Itzel Cisneros, Eliza Alanís, Arabela Jiménez, Pedro Valtierra, Ulises Castellanos, Ana Cecilia Terrazas, Maricruz Zamora Rodríguez, Enrique Hernández, Daniela Pastrana, quienes están aquí, y en ausencia, Laura Valencia y Vanesa Robles. Muchísimas gracias por darnos su tiempo, por hacer este esfuerzo y hacer de este Premio Rostros de la Discriminación lo que hemos estado viendo y compartiendo.
Y parecería hoy 17 de septiembre día ideal para estar aquí. Hoy que en esta Ciudad entra en vigor nuestra Constitución. Nuestra Constitución que de hecho es un eje rector para la dignidad humana y es un principio fundamental a la no discriminación como derecho llave para los derechos humanos. Bienvenido sea que estemos aquí exactamente el día de hoy.
Los medios de comunicación generan y colocan temas en la agenda nacional, por ello cuando se escribe y se publica sobre el derecho a la igualdad y a la no discriminación, al visibilizar los prejuicios y violencia que sufren diversos grupos de población que enfrentan a situaciones de desventaja histórica y estructural, y a los que nuestra Constitución local llama “grupos de atención prioritaria”, o al hablar de buenas prácticas, se defienden y promueven los derechos humanos.
Gracias esta vez a quienes en este recorrido en esta tarde nos llevaron desde el ciberespacio hasta los basureros, pasando por los espacios urbanos y los Altos de Chiapas y San Quintín, iluminados por mujeres indígenas y su ausencia en los espacios políticos, explorando los prejuicios hacia los pobres, hacia los indígenas, hacia los niños y niñas sin cuidado parental, visibilizando el racismo de los estigmas hacia la diversas sexual, sobre los estereotipos de género, el tabú del endometrio que llora mes a mes, mensajes pedagógicos sobre la discriminación y la cosmovisión y la visión y la vida indígena. Muchísimas gracias a estos ganadores y ganadoras que nos hicieron recorrer en tan sólo esta hora todo esto, todo esto que nos hace un reto.
Los datos de la EDADIS que nos plantean básicamente, y dan cuadro estadístico a esto, pero también lo que nos compartía Itzel, y déjenme compartirles también el que dentro de dos días se cumple un año del sismo. ¿Qué empezamos a ver que estaba pasando en las escuelas de estos niños y estas niñas que se quedaron sin escuela y tuvieron que irse a otras escuelas? Un fenómeno terrible, un fenómeno que nos habla del reto de la barrera cultural y todo lo que tenemos que hacer todavía, porque en esas escuelas lo que se estaba generando exactamente era discriminación, en lugar de ser la oportunidad de vernos en los otros y de construirnos solidarios y en lugar de enseñar esas matemáticas, que de todos modos enseñan, perdimos la oportunidad de enseñar lo que es convivir la riqueza entre los otros, y los tenemos separados, y los tenemos quejándose, y los tenemos diciendo de por qué se vinieron a invadir y los tenemos diciendo a los otros que ya quieren regresar a su escuela porque no hemos aprendido nada. Y eso es exactamente el reto de los Rostros de la Discriminación, los rostros contra la discriminación, esos rostros que debemos aprender a desmaquillar y esta iniciativa es un esfuerzo de eso.
El derecho a la libertad de expresión debe ejercerse libremente y para ello el Estado debe cumplir con su obligación de proteger, respetar y garantizar este derecho humano, para que puedan hablarnos, contarnos del derecho de todas las personas a vivir en igualdad de oportunidades y de trato digno, sin discriminación y denunciar las injusticias; los derechos humanos son para todas y todos, y no puede entenderse la protección de un derecho humano sin protegerse otro derecho humano, ya que si se viola un derecho humano se transgrede otro.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal reconoce y honra el riesgo que enfrentan las personas periodistas al mostrar la realidad y la violencia que se vive en nuestro México, violencia que en muchos casos es la forma más grave de la discriminación, cuando la no aceptación de las diferencias genera odio y muerte.
Refrendamos nuestro compromiso con la promoción, protección y defensa de los derechos de las personas que viven en desventaja social, cuyas voces se siguen escuchando a través de las voces de ustedes, porque sólo juntas y juntos podemos seguir construyendo el camino a la igualdad de derechos.
Felicidades a todas y a todos los que ganaron, los que no ganaron y participaron y los que van a participar para el año que entra seguramente.
Gracias también a Gabriela Warkentin por su participación en esta ceremonia. Reitero el saludo a cada uno de las personas titulares de las instancias convocantes, gracias por su alianza, gracias por su complicidad.
