Transcripción 02/2018
17 de enero de 2018
Pregunta (P): En el discurso hablas de esta exposición de la violencia a la que se están enfrentando los niños, como balaceras, violencia, feminicidios, homicidios. ¿Cuál es la consecuencia? Es decir, si no empiezan a hacer algo para retirar estos contextos de violencia a los niños, ¿cuál es el gran riesgo para las nuevas generaciones? ¿Podríamos estar criando generaciones de niños que cuando sean grandes puedan ser violentos o tengan normalizadas estas conductas?
Nashieli Ramírez Hernández (NRH): Más bien la tienen normalizada. El problema es la exposición a la violencia y luego la omisión a la contención. Si el niño ya está expuesto, lo que tienes que hacer después de eso es tener un proceso de contención y apoyo sicosocial para que elabore. La diferencia entre los niños y los adultos es el proceso de elaboración. Nosotros básicamente lo que hacemos con base a nuestra, de entrada, estructura mental que ya es madura, y a nuestra experiencia, es elaborar, tratar de darnos una explicación de por qué las cosas suceden y transitar. En los niños requieren de mayor esfuerzo para hacerlo. Pero entonces hay una visión y una percepción social muy dominante en donde pensamos que se van a olvidar, que no les impacta, que digamos que estas cosas de adultos no tienen ningún efecto en ellos, lo cual no es cierto. Es peor lo que hay.
Entonces yo creo que a la exposición de la violencia y a la normalidad de la violencia, le sumas que no hay procesos que acompañen a los niños, y a las niñas y a los adolescentes a elaborar lo que está en su entorno y alrededor de ellos. Entonces eso tiene un impacto mayúsculo.
P: ¿Y si le sumamos la impunidad, qué pasa? O sea, el niño no puede acostumbrarse o crecer con la idea de que está bien cometer un crimen…
NRH: Claro, y creces con miedo, creces con la idea, igual también, de que no hay justicia, porque ellos lo ven y lo perciben desde el día uno. Saben que si a su vecino, al papá de su vecino le pasó algo y hubo un abuso y nadie hizo nada, lo van incorporando. Los riesgos son muchos, los riesgos son de normalización. ¡Y ojo!, muchas veces nosotros pensamos en cuestiones sociales. Los riesgos en efecto en términos de mayor vulnerabilidad a que sean cooptados por el crimen organizado, mayor vulnerabilidad y riesgo de que se incorporen a actividades delictivas. Pero también hay una mayor vulnerabilidad y riesgo a que no puedan establecer relaciones sociales sanas, relaciones sociales, digamos, con sus pares, diferentes, con sus parejas, con sus hijos, con sus familias, porque esta normalización, como te digo, no toca nada más al espacio público, sino también al espacio privado. Y entonces reproducimos los patrones porque normalizamos que las cosas están bien así, y que, ahora sí, así nos llevamos.
P: Porque ahora, por ejemplo, para muchos niños o jóvenes, los narcos o los delincuentes son prácticamente héroes.
NRH: Claro, son modelos. Eso tiene mucho que ver básicamente por dos cosas: uno, esta parte da la impunidad; es decir, puedes con todo, estos mensajes de a mí nada me toca y yo puedo hacer lo que quiera. Pero también con algo que sí está muy visto; o sea, nosotros tenemos una gran influencia en términos de lo que nos venden como felicidad y a estos niños en términos de consumo. Entonces todo el tiempo están diciendo que lo que te hacen ser feliz, ser exitoso, tener tales cosas de marca, eso es lo que te da felicidad. Y en el momento en que este país, y en este mundo en general, a la mayoría de nosotros no nos dan esas oportunidades, ellos no elaboran. De entrada tienen la contradicción entre lo que en la familia decimos de que el amor y las relaciones son lo que te hacen feliz y lo que los medios están vendiendo…
P: ¿Valores distorsionados?
NRH: Exactamente. Entonces estos valores lo que hacen exactamente es, sumado a la normalización, es ver en estos, digamos, atajos, estas rutas fáciles, el hecho de llegar a lo que tú sueñas ser. Entonces la lógica generalmente en esto cuando estás con muchachos en zonas de alta marginalidad, de alta violencia, la lógica es: Prefiero vivir cinco años teniendo lo que dicen que me hace feliz, comprándome los tenis de tal marca, teniendo tales cosas, teniendo el poder, disfrutando este poder en micro poder, a vivir 30 años viendo a mi papá que es un obrero marginado, mediocre, y que no ha logrado estas cosas que yo pienso que son las que dan felicidad. Y entonces empujas también la incorporación a procesos del crimen organizado, digamos, de la marginalidad.
P: ¿Qué va a presentar México en Estocolmo, Suecia? ¿Cuál sería la presentación de México si las políticas públicas no han funcionado?
NRH: Yo creo que lo que ellos te van a presentar exactamente lo van a analizar en este Seminario. Son algunos procesos sobre todo a nivel local, lo que se pretende aquí es que estas cosas que luego se hacen en pequeño y que tienen resultado, puedan hacerse políticas públicas. Yo creo que lo que falla en general, y hoy lo vemos cada vez más, es que no hay una política. La política de seguridad se está enmarcando a la ruta policiaca, a la ruta de la seguridad nada más, y se está alejando de la ruta de la prevención de los derechos humanos y de la integralidad, que es en lo que tendríamos que estar trabajando. Por ejemplo, con lo que pasó con estos niños en Sonora, que se pusieron pecho tierra el viernes, es cómo tendrías que trabajar con ellos porque eso no es normal; cómo es que tendrías que trabajar para que las escuelas tendrían que estar protegidas igual de estos procesos y no dejar a la deriva exactamente, de entrada, a un grupo de niños que van a tardar mucho en procesar, si es que además se toman el cuidado de procesarlo.
P: Y no sólo es hasta allá, aquí asaltaron ayer a una escuela en la Narvarte, en donde entraron a robar…
NRH: Ahí es muy importante el mensaje. Para mí, de repente muchas autoridades te dicen que el peor problema de violencia es el problema del bullying. Y claro que tenemos un problema de violencia entre pares en las escuelas. Pero como ustedes lo señalan, aquí en la Narvarte o allá en Hermosillo lo que estamos viendo es que la violencia escolar no nada más tiene que ver con la violencia entre pares y que necesita una visión más integral de prevención y no policiaca de la seguridad.
P: Una pregunta extra sobre este caso de Calcetitas Rojas, que la autoridad tardó tantos meses en detener a los responsables. ¿Cuántos casos podrían haberse registrado a nivel nacional?
NRH: ¡Pues imagínate! Tenemos muchísimos casos, más de mil, en términos de desapariciones, que no sabemos y no tenemos con qué constatar quiénes son. Necesitamos bancos de ADN, necesitamos mucha información, digamos, toda esta política pública que tendría que ver con el desarrollo de bancos que permitieran cruzar, valorar, muestras de las personas, muestras de su ADN, para poder cotejar entre los desaparecidos y quiénes son los culpables, si es que los pueden encontrar, como es este caso. Pero te pongo el caso ahorita de Nayarit; o sea, son 33 desaparecidos. Para conjugar quiénes son los que están ahí, relacionarnos con la familia y con la víctima, van a tardar meses y en algunos casos van a continuar como desaparecidos.
P: ¿Las autoridades hacen menos caso si son niños desaparecidos?
NRH: Totalmente. Totalmente y ese caso lo vimos cuando la exhumación en el caso Morelos, documentada el año pasado. Se encontraron tres niños, dieron el carpetazo, no averiguaron qué, y con todo y que las autopsias que se hicieron demostraban que tenían, en algunos casos, posibilidad de abuso sexual y maltrato y por eso los encontraron ahí. Y en esos casos no hubo ninguna investigación. Muchas gracias.