lunes , 20 marzo 2023

Enfrentar la crisis humanitaria en materia de refugio y protección internacional es obligación del Estado: CDHDF.

Boletín 88/2017
20 de junio de 2017

  • Cada minuto, 24 personas son forzadas a desplazarse, por lo que es necesario crear corredores humanitarios
  • En la Constitución Política de la Ciudad de México se reconocen los derechos de las personas refugiadas

Ante la situación a la que actualmente nos enfrentamos respecto de la mayor crisis de personas refugiadas y desplazamiento a nivel mundial, ya que se tiene registro de que cada minuto, 24 personas son forzadas a desplazarse de su lugar de origen, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) insta a proteger los derechos humanos de esas personas, como parte de la obligación del Estado.

En respuesta a la ola de violencia que ha provocado que mujeres, hombres, niñas y niños, huyan de sus hogares para sobrevivir, cada 20 de junio se conmemora el Día Mundial de las Personas Refugiadas (a partir de la Resolución 55/76 de la Asamblea General de Naciones Unidas del 4 de diciembre de 2000), en solidaridad con los millones de personas  que han huido de sus lugares de origen buscando sobrevivir.

Las personas migrantes y las refugiadas salen de sus lugares de origen por razones distintas, aunque ambas comparten el dolor y el reto de enfrentarse a un país que no es el suyo. De conformidad con la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, una persona refugiada es aquella que tiene temores fundados por su vida a raíz de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social y opiniones políticas.

Estas personas se ven obligadas a huir de su lugar de origen “porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público”.

Como este fenómeno tiene un alcance mundial, es importante resaltar la responsabilidad compartida entre los Estados firmantes[1] en relación a los derechos y la necesidad de que accedan a condiciones de vida digna en los lugares de acogida y el reconocimiento de que cuando los gobiernos no cumplan con la obligación de proteger a sus connacionales, existe la posibilidad de que otro país sí garantice sus derechos, lo cual se conoce como “protección internacional”.

El Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señala que cada minuto 24 personas son forzadas a desplazarse por la guerra y persecución. Hoy se presentan los más altos niveles de desplazamiento de la historia con una cifra de 65.3 millones de personas en todo el mundo, según el informe anual Tendencias Globales 2016.[2]

En nuestro país, para el mismo año, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) de la Secretaría de Gobernación, indicó que 8 mil 781 personas solicitaron la condición de refugio, de las cuales sólo 2 mil 563 fueron reconocidas con la condición de refugiado.[3]

Aunado a esto, ante la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, dicha Comisión ha indicado que entre noviembre de 2016 y marzo de 2017, recibió 5 mil 421 solicitudes, comparadas con 2 mil 148 del mismo periodo de 2015 y 2016.[4]

Por otra parte, el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés) señala que entre 2015 y 2016, 200 mil niñas y niños no acompañados salieron de sus países huyendo de la violencia estructural y, de esta cifra, se detectaron a 100 mil intentando cruzar la frontera México-Estados Unidos.

En este contexto, y ante la mayor crisis de personas refugiadas y desplazamiento a nivel mundial que vivimos, la CDHDF durante este año arrancó el trabajo de la Relatoría por los Derechos de las Personas Migrantes, Refugiadas y Sujetas de Protección Internacional, con el objetivo de contribuir en la defensa y promoción de los derechos humanos de esta población en la Ciudad de México, mediante la articulación con Organizaciones de la Sociedad Civil expertas en la materia, a través de la incidencia en políticas públicas que garanticen sus derechos y el fortalecimiento de capacidades de quienes los ejercen y defienden, bajo los principios de igualdad y no discriminación, y con perspectiva de género.

De igual forma, “para proteger y visibilizar los derechos de las personas migrantes en la Ciudad de México, esteOrganismo Público Autónomo se sumó a la campaña #friWalls, promovida por Organizaciones de la Sociedad Civil e instancias internacionales, con el propósito de impulsar la inclusión social y promover la interculturalidad.
Lo anterior se da a través de la intervención artística del espacio público en concordancia con la preocupación de fortalecer “corredores humanitarios donde se brinde atención y apoyo a las personas desplazadas de sus lugares de origen para borrar de sus rostros la angustia que les implica migrar en condiciones inciertas y peligrosas”.

También, junto con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y ACNUR, lanzó la convocatoria del noveno concurso de Cuento y Dibujo “Amigas y amigos de otros lados”, con el objetivo de sensibilizar a niñas, niños y adolescentes, y a la población, sobre la situación de las personas refugiadas.

De suma relevancia es el hecho de que en la Constitución Política de la Ciudad de México se reconocen los derechos de las personas refugiadas de acuerdo con lo establecido en el Artículo 20 Ciudad Global, el cual obliga a las autoridades locales a garantizar los derechos humanos de las personas refugiadas, a las que les hubiera reconocido tal condición, ello en armonía con el derecho al reconocimiento de la condición de refugiado que consagra la Constitución Federal en el Artículo 11.

Por lo anterior, y para unirse a la conmemoración que nos atañe, la CDHDF refrenda su compromiso con la promoción y defensa de los derechos de las personas refugiadas que habitan y transitan por la Ciudad de México, remarcando que es obligación del Estado garantizar la protección humanitaria de las personas que son desplazadas de su hogar.