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Palabras de la Doctora Perla Gómez Gallardo, Presidenta de la CDHDF, durante la Presentación de la Iniciativa de Reforma para uso medicinal de la cannabis

Discurso 56/2015
16 de diciembre de 2015

Gracias, buenos días a todas y todos. Saludo al Jefe de Gobierno, como bien lo decía el Doctor Juan Ramón de la Fuente, de la Ciudad de México, Doctor Miguel Ángel Mancera; a nuestro destacado pero, sobre todo, muy querido universitario, orgullosamente UNAM, Doctor Juan Ramón de la Fuente; al Consejero Jurídico, Doctor Granados; al Secretario de Salud, Doctor Ahued; al Secretario de Movilidad, Licenciado Serrano; diputadas, diputados, integrantes del gabinete; pero, sobre todo, y con todo reconocimiento del día a día y el trabajo comprometido a las doctoras y doctores que el día de hoy nos acompañan. Todo nuestro reconocimiento desde la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en este compromiso cotidiano en la labor que hacen todos los días.

Para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, es muy importante la apertura del debate con relación a un tema tan polémico como es el de las drogas; en el caso específico, el uso terapéutico de la cannabis o marihuana, en pro de la salud de las personas.

Entablar un diálogo abierto, en el que participen personas involucradas en los diferentes aspectos que implica este tema, además de ser congruente con el sistema democrático que queremos para nuestro país, permite que fluya y se conozca la información necesaria para tomar decisiones adecuadas, útiles y justas.

La Comisión ha contribuido de manera significativa a este diálogo, por ello, en el año 2013, coordinó la elaboración delInforme especial. Drogas y derechos humanos en la ciudad de México, un documento que permite visibilizar la situación de los derechos humanos de las personas usuarias y reflexionar sobre el cumplimiento de las obligaciones del Estado en este ámbito.

Para abonar a la discusión del uso de la cannabis con fines medicinales, me gustaría recordar el contenido del texto vigente de la Ley General de Salud, el cual ya contempla que podrá realizarse todo acto relacionado con estupefacientes, incluyendo la prescripción médica y consumo, siempre que se realice con fines médicos y científicos. Sin embargo, posteriormente la misma Ley excluye expresamente a la cannabis de dichas formas de utilización.

Lo anterior significa que aunque la Ley General de Salud reconoce que pueden existir casos en que sea útil para la salud de las personas la utilización de sustancias prohibidas, deja a la cannabis arbitrariamente fuera de tal aprovechamiento.

No obstante, en la práctica existen casos como el de la niña Graciela Elizalde Benavides, una niña de apenas 4 años de edad que padece una rara enfermedad que le causa un promedio de 400 crisis convulsivas al día, por lo que, según el dicho de sus médicos y sus propios padre y madre, la utilización de un aceite que contiene cannabis podría aminorar los estragos de su padecimiento y así incrementar sustancialmente su calidad de vida.

Son esos los debates que se suscitan en torno a la marihuana. Son esas las personas a las que se les puede estar negando injustamente el acceso a una calidad digna de vida.

En el caso de Graciela, un juez federal le otorgó un amparo para que se permitiera la importación del aceite referido, atendiendo a que con esa medida no se afecta el interés social ni el orden público, y existe una posibilidad de que pueda resultar positiva para la salud de la niña.

Por lo tanto, ahora debemos cuestionarnos si retirar a la cannabis de la lista del Artículo 237 de la Ley General de Salud podría traer importantes beneficios a la salud y al bienestar de más personas, que como Graciela Elizalde, no encuentran otras alternativas.

Para tal efecto, es menester poner también sobre la mesa que otro de los factores que impide que en la práctica las autoridades en materia de salud prescriban derivados de la cannabis en forma terapéutica, es que actualmente tal acción constituye un delito contra la salud en su modalidad de narcomenudeo.

Lo anterior dado que en términos generales, los delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo sancionan cualquier forma de comercio o suministro de las sustancias, incluyendo la prescripción de las mismas por parte de personal médico autorizado, lo cual se considera incluso como un agravante.

Conforme a lo antes expuesto, y desde la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal celebramos la apertura del diálogo legislativo en torno a la utilización de la cannabis o marihuana con usos terapéuticos, y encomia a que las y los diversos actores que participan en él, a que el discurso que se realice deje atrás prejuicios y tabús sin fundamento, y en cambio se base en evidencia científica y el respeto al ejercicio pleno de los derechos humanos.

Por lo anterior, daremos puntual seguimiento a la iniciativa legislativa que hoy se anuncia en materia del uso medicinal de la cannabis, cuidando que su perspectiva sea respetuosa de los derechos humanos de todas las personas que habitan y transitan en la Ciudad de México.

Doctor Mancera, enhorabuena por esta concurrencia, Doctor De la Fuente, enhorabuena porque es desde aquí, desde la ciencia, desde la interdisciplina, desde la seriedad argumentativa, con visión de derechos humanos, donde avanzamos en beneficio de las personas a las que nos debemos. Muchas gracias.