domingo , 4 junio 2023

Conmemora CDHDF 13 aniversario luctuoso de la defensora Digna Ochoa y Plácido

 Boletín 211/2014
29 de octubre de 2014

El 13 aniversario luctuoso de Digna Ochoa y Plácido congregó a defensoras y defensores de derechos humanos en México, en torno a la reflexión de las experiencias y retos en un marco en el que día a día deben sortear también con estrategias de autoprotección para continuar desempeñando su labor.

Al dar la bienvenida a quienes asistieron al homenaje Recordando a Digna Ochoa. A 13 años, el Primer Visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Alfonso García Castillo, señaló que la labor de la defensora “cobra especial relevancia en un México asolado por la violencia, la inseguridad, la impunidad y la corrupción”.

Al exhortar a reflexionar sobre el rediseño de estrategias y el papel de los defensoras y defensores de derechos humanos en México, señaló que los últimos acontecimientos en el país, “lamentablemente no nuevos”, causan indignación y desesperanza, pero han propiciado también  la demostración de solidaridad y exigencia para seguir luchando por el ejercicio de los derechos de todas y todos.

En tanto, Jesús Ochoa y Plácido recordó que el punto de quiebre que definió a su hermana Digna como defensora de derechos humanos, por la igualdad y la dignidad de las personas más desprotegidas, fue el injusto encarcelamiento de su padre, en 1988; así como su ingreso a la Orden de las Dominicas del Verbo Encarnado, al mismo tiempo de su participación en la defensa de casos de graves violaciones a derechos humanos.

Por su parte, la ex Primera Visitadora de la CDHDF, colega y amiga personal de Digna Ochoa, Pilar Noriega, compartió anécdotas en las que ilustró la personalidad ‘transparente’ y ‘juguetona’ de la defensora, así como su gusto por la vida y hasta por su arreglo personal, características por demás alejadas del perfil suicida que sus familiares y amigos han buscado contrarrestar en las líneas de investigación de la Procuraduría capitalina, a lo largo de los años.

Al respecto, el abogado que llevó el caso de Digna Ochoa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), David Peña, confió en la reapertura del expediente en el Distrito Federal, toda vez que “se logró probar, a juicio de sus defensores y de su familia que Digna justo no tenía tendencias suicidas ( ), que era una abogada defensora comprometida que tenía problemas, como cualquiera de nosotros”.

La Procuraduría capitalina, agregó, empezó a construir toda esta idea, para desacreditar su imagen y además para atacarla, lo cual no se logró dimensionar en su momento y que se ha seguido utilizando como práctica por parte del Estado para criminalizar y estigmatizar a las víctimas, ligándolas con el crimen organizado.

Al participar en la segunda mesa, “Experiencias y retos en la defensa de los derechos humanos”, la Consejera de la CDHDF, Nashieli Ramírez Hernández, puntualizó que el gran problema de las defensoras y los defensores de derechos de las niñas, niños y adolescentes, es persistente, por lo que “tenemos mucho que avanzar para ver a los menores de 18 años como sujetos de derecho”.

La también fundadora de Ririki Intervención Social acusó que, ante la generación de una Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, los grupos defensores de derechos humanos están sufriendo el embate de grupos radicales, quienes amenazan bajo el argumento de que “el que la Ley tuviera el derecho de los niños a que el Estado proporcionara educación para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, era incitar desde el embarazo hasta la mutilación genital”.

Al mencionar la experiencia de las personas defensoras de los derechos de las y los migrantes, Leticia Gutiérrez, integrante de Misión para Migrantes y Refugiados, lamentó las constantes situaciones de riesgo en las que desarrollan su labor, pero que sin embargo, no desisten en su búsqueda de una justicia social que el Estado no proporciona.

Por su parte, Marusia López, de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, apuntó que el legado tras la muerte de Digna Ochoa es que lejos de disminuir la participación política y social de las mujeres, ha venido en aumento.

Expresó que reconocer a Digna Ochoa es reconocer también el papel que las defensoras están desarrollando en un contexto tan difícil para el país.