Boletín 107/2014
10 de junio de 2014
• Advierten que criminalizar esta conducta es una decisión equivocada
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) convocó a autoridades, instituciones académicas, organizaciones sociales y a la ciudadanía en general a participar activamente en la erradicación de la violencia escolar a través de acciones y políticas públicas integrales que por ningún motivo criminalicen a agresores y autoridades educativas o revictimicen a quienes sean agredidos.
Al participar en el encuentro “Prevención y Erradicación de la violencia escolar desde un enfoque de Derechos Humanos”, en el salón “Digna Ochoa”, la Presidenta de la CDHDF, Perla Gómez Gallardo, dijo que resulta urgente comunicar a la sociedad que el problema de la violencia escolar es responsabilidad de todas y todos, y que su atención debe ser desde el enfoque del respeto pleno a los derechos humanos.
Por ello, convocó a un diálogo público sobre violencia escolar y derechos humanos, a través de foros y un seminario interinstitucional e interdisciplinario con la participación de instancias de gobierno de los diversos niveles, de la academia, de organismos públicos de derechos humanos, de Organizaciones de la Sociedad Civil y comunidades educativas, reconociendo y estableciendo los canales adecuados para asegurar la participación directa y efectiva de niñas, niños y adolescentes en el mismo.
Destacó que la CDHDF realizará un estudio integral desde el enfoque de derechos humanos sobre el problema de la violencia escolar que incluirá un apartado de medidas integrales que permitan a las y los tomadores de decisiones la efectiva prevención y erradicación de este fenómeno.
Dijo que será fundamental una campaña de comunicación social dirigida a diferentes sectores que participan en el problema (familias, personal docente, directivos y administrativos de los centros escolares, servidoras y servidores públicos), promoviendo una comprensión y atención del problema de la violencia escolar desde una visión integral y con un enfoque de derechos humanos.
Añadió que se invitará a dependencias de gobierno, academia, instituciones de educación y Organizaciones de la Sociedad Civil, pues un resultado eficaz contra la violencia escolar será resultado de un compromiso del Estado y de la acción con sectores sociales que impacten positivamente a las escuelas y a los contextos comunitarios y familiares.
Por su parte Jacqueline L’Hoist, Presidenta del Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), advirtió que el problema de la violencia escolar es serio, pero se puede incidir en el mismo atendiendo su origen, previniendo y estableciendo mecanismos y protocolos de atención integral tanto en la familia del agresor como de la víctima, y con pleno apoyo y capacitación de docentes.
Mónica González Contró, Consejera de la CDHDF e integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), dijo que el “bullying” o violencia escolar se debe enfrentar con protocolos y mecanismos integrales, porque de nada servirán sanciones o castigos sin atacar las causas de este problema desde el seno familiar, escolar y de la comunidad.
La respuesta no es criminalizar, no es crear nuevos tipos penales, añadió, sino entender el acoso escolar como un problema de violencia y trabajar en una cultura de la paz en los centros escolares, una visión de derecho del niño.
Nashieli Ramírez, Coordinadora de Ririki Intervención Social y también consejera de la CDHDF, dijo que el problema es nacional, pero debe atenderse localmente con un enfoque desde los derechos humanos, reforzando la dignidad humana y los valores de la persona. Nadie tiene derecho a agredir o menospreciar a las personas cualquiera que sea el motivo y desde ahí comienza la prevención y atención al problema.
Mencionó que no hay discurso que no asuma que las violencias son integrales. Lo que pasa en la escuela es reflejo de un contexto familiar, de barrio, comunitario, social, mediático.
En este sentido, advirtió que la escuela ha perdido su origen civilizatorio, y se preguntó en qué momento la frase “nos vemos afuera de la escuela” pasó a “nos vemos adentro de la escuela”