Transcripción 005/2014
25 de febrero de 2014
Pregunta (P): ¿Nos podría dar su opinión sobre la reforma política que está impulsando el doctor Mancera y que al parecer tiene un gran consenso entre los grupos parlamentarios del Senado?
Doctora Perla Gómez Gallardo (PGG): Hay que revisar los mecanismos con los cuales se va a implementar esa Reforma. Independientemente de que es necesaria y que pasa por una Reforma Constitucional, lo que llama la atención es saber cuáles son los mecanismos de participación, cuáles las formas de llevar a cabo los procedimientos que nos lleven a tener una Constitución, cuáles son los más idóneos.
Desde la visión de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, lo más importante es precisamente que esa Constitución tenga una visión de derechos humanos.
Independientemente del instrumento, mecanismo, o forma que se logre en la capital para generar esa Constitución, o el esquema que le dé ya un sentido de Estado o de entidad federativa al Distrito Federal, lo importante será ver: Uno, que haya una participación abierta, plural de la sociedad civil que siempre ha sido un actor importante de nuestra capital, y Dos: que no se deje de lado la visión de derechos humanos.
P: Dice el Presidente del Senado que la Reforma Política del DF podría aprobarse la primera semana de marzo. ¿Hay tiempo para consultar a la sociedad civil?
PGG: Si ya se detona el inicio de los trabajos para generar la Constitución, lo importante para nosotros es estar participando activamente desde la CDHDF con los insumos desde la visión de derechos humanos, desde los instrumentos internacionales, la visión progresista que tiene la capital.
Y a la par –porque puede ser o no coincidente con los tiempos que se establezcan en la Reforma–, que la sociedad civil, desde la CDHDF tenga un espacio abierto donde pueda estar discutiéndose los temas en la materia y hacerlos llegar a los actores que en su momento tomen las decisiones.
Lo más importante es decir ahora que estamos listos para incorporar, generar y dar todos los insumos que se requieren.
Pues en toda estructura de cualquier Carta Magna existe un espacio que se le llama la parte dogmática, la parte orgánica y la de control constitucional. La parte dogmática es en donde vienen los derechos humanos.
Lo que nosotros esperaríamos es que en ese apartado se integren todos los derechos que ya se tienen adquiridos en la capital y que se han ejercido aunque no existía la Constitución.
Estaríamos muy atentos a generar un instrumento con todos los estándares internacionales, pero sobre todo para la sistematización de derechos que ya se tienen adquiridos en la capital. Creo que la principal preocupación es: Uno, que refleje la visión progresista y de vanguardia que tiene la capital; y Dos, que se integren de manera sistemática e integral todos esos derechos que ya se tienen en otras leyes y que no estaban en una Constitución.
P: ¿Esto último sería la intención del pronunciamiento cuya copia envió a diversos actores políticos de la ciudad de México?
PGG: Sí. Sobre todo que sepan que desde el lado de la Comisión, estamos más que listos y dispuestos a aportar en el debate, en la visión de derechos humanos. Decir que desde aquí estamos listos para generar los espacios a fin de que la sociedad civil pueda tener las formas de discusión, de propuestas y que ellos, en sus procesos y formas de organización, generen sus documentos, mismos que haremos llegar también a los actores que tomen las decisiones en la materia.
Que sepan que la Comisión de Derechos Humanos, con su experiencia de 20 años, con todo lo que implica la incorporación de las mejores prácticas, está más que lista y dispuesta para proponer, aportar y sumarse a todos estos procesos.
P: ¿Hay ya comunicación entre la Comisión y las Organizaciones de la Sociedad Civil para recoger estas inquietudes, estas propuestas que tendrá la sociedad civil?
PGG: Sí. Desde la gestión anterior se suscribieron convenios con temas en las grandes líneas de las preocupaciones que tiene la sociedad civil. Ahora hay que ver cómo se incorporarían a un documento como una Constitución. Se han tenido acercamientos, se ha tenido ya la búsqueda de agendas comunes, pero sobre todo es importante que se les abra la oportunidad desde la Comisión, de tener un espacio plural, abierto, integral, libre, para que en sus términos discutan los temas que les preocupen y en su momento, esa sistematización se entregue a los actores políticos.
P: ¿Diría usted que una nueva Constitución reclama una gran reflexión y sobre todo en materia de derechos humanos?
PGG: No existe ningún país democrático, ninguna Constitución que sea reconocida bajo ningún estándar si no pasa por una integración de derechos humanos. Ese es el presupuesto no sólo desde la parte del derecho humano, de la parte dogmática, sino la transversalidad de derechos humanos desde la parte orgánica. Y es justo el objetivo primordial de esta Comisión, en este contexto político de coyuntura, que nos permite incorporar las mejores prácticas.
Sí sería una preocupación el que se dejaran de recoger los derechos progresistas en la Constitución, o que pudiera haber tentaciones de retroceso. No creemos que ese sea el contexto actual. Sabemos que podemos proponer, y queremos que haya ese espacio plural integrador de todas las mejores prácticas.
P: ¿Tendría que ser una Constitución acorde con lo que ha sido la ciudad en los últimos años, una ciudad de derechos de vanguardia, una ciudad de avanzada?
PGG: No puede ser de otra manera, considerando que la capital del país es la punta de lanza y el referente latinoamericano en muchos de los temas de derechos humanos.
Lo mínimo que esperamos en materia de derechos humanos, es que sea el ejemplo y la integración de las mejores prácticas. No puede ser de otra manera, es un compromiso social, ciudadano y de lo que distingue a esta capital. Sean quienes sean los actores, la lógica de la capital del país es ser el referente en derechos humanos en cualquier contexto.