Boletín 325/2013
15 de septiembre de 2013
• Debe existir plena autonomía en el accionar del Ombudsman
Luis de la Barreda Solórzano, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) durante el periodo de septiembre de 1993 a septiembre de 2001, mencionó que “un Ombudsman debe tener características esenciales sin las cuales no lo es verdaderamente”.
Lo anterior, en el primer panel denominado el Ombudsman a revisión: avances y retrocesos en la consolidación del sistema no jurisdiccional de los derechos humanos en México, conforme a los principios de Paris dentro del Foro Ombudsman en voz de sus protagonistas.
Señaló la importancia de estudiar a fondo, investigar y analizar los casos que les llegan a los defensores de derechos humanos. “No basta tener simpatía por la causa de los derechos humanos, hay que estudiar mucho y hay que saber el enorme peso de la responsabilidad que se tiene”. Añadió que señalar que en un caso concreto que se cometió una violación a derechos humanos o que no se cometió una violación de derechos humanos es una cosa muy seria que requiere un análisis muy objetivo y muy profundo de las pruebas que se tienen del expediente.
En el tema de la autonomía del Ombudsman resaltó que “Un Ombudsman que siguiera indicaciones de una autoridad o que no se atreviera a decir algo por temor a cuál va a ser la reacción de la autoridad, por temor a incomodarla, no sería verdaderamente un Ombudsman”.
Indicó que la autonomía se defiende frente a todas las personas, ya sean partidos políticos, grupos con intereses creados y frente a las organizaciones, además indicó que “los derechos humanos no pueden tener bandera partidista”.
Señaló que el Poder Legislativo no debe interferir en el accionar del defensor del pueblo “si los legisladores van a estar en contra de un Ombudsman que actúen contra el gobierno a cuyo partido ellos pertenecen, a cuyo color ellos se adscriben, entonces la autonomía del Ombudsman va a estar siempre acosada”.
Guadalupe Morfín Otero, Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco en el periodo abril 1997-abril 2001, destacó la importancia de que el Ombudsman goce de autonomía.
Refirió la lucha que llevó a cabo junto con personalidades como Luis de la Barreda y Jorge Abdo, con quienes se opuso a la creación de los cuerpos policiacos encabezados por elementos castrenses “cuando protestamos porque 5 mil efectivos militares serían los que constituirían la recién creada Policía Federal, Policía Civil hacia 1998”.
Se mostró orgullosa por los resultados de su consistencia en la lucha por los derechos humanos “saber tejer solidaridades entre nosotros, saber navegar como una minoría, pero con dignidad, tejer lazos con las Organizaciones de la Sociedad Civil son Principios de París que seguimos”.
Aseveró que hay una pérdida de credibilidad en el estilo de nominación de titulares y de Consejeros y Consejeras por parte de los legislativos, por lo cual se preguntó cómo podría existir un costo político para los legisladores.
Jorge Abdo Francis, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tabasco de marzo 1997 a enero 2000, destacó la importancia de la existencia del Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab), fundado por el sacerdote jesuita Francisco Goitia, quien registró el primer caso de éxito cuando defendió la causa de un menor que fue dejado en calidad de “depósito” en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET).
Raúl Arroyo Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo, advirtió que el principal problema que sufren los Ombudsman para ejercer con libertad su autonomía es la dependencia económica, además de la “partidización” del tema.
El Ombudsman hidalguense mostró su pesimismo ante la autonomía y la unidad de las instituciones vigilantes de derechos humanos “yo veo muy lejos que se logre conformar un sistema Ombudsman nacional con la articulación de los 33 Organismos Públicos encargados de ello, y veo todavía más lejos el que haya un comportamiento autónomo de una buena parte de los miembros del sistema”.
Carlos Rodríguez Moreno, Presidente interino de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos del 24 de junio al 24 de noviembre de 1994, indico que “somos rehenes de la partidocracia” pues los cargos en diversas instituciones son repartidos entre los partidos políticos.
Apuntó que si los modelos actuales de las instituciones no han funcionado se deben buscar otras alternativas: “Mejoremos los procedimientos, pero no caigamos en la idea de regresar a un modelo que finalmente ha probado su ineficacia. Porque el llevar a los partidos a decidir desde el centro como se va a construir el ombudsman nacional es regresar al punto cero de esta institución”.