Boletín 296/2013
25 de agosto de 2013
• Han estado ahí siempre, dice el Ombudsman capitalino
• Se pronuncia por construir un modelo de responsabilidad y de libertad, dotado de información cierta
Las drogas siempre han estado acechando a las y los jóvenes, de toda la vida, advirtió el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, quien apostó a construir un modelo de responsabilidad y de libertad, dotado de información cierta.
Ante estudiantes de la Universidad Iberoamericana (UIA), que celebra su 70 Aniversario, el Ombudsman capitalino reconoció que la postura de la CDHDF no está exenta de la polémica sobre una posible legalización de las drogas, pero de entrada lo que institucionalmente se plantea es que ‘la posición no puede ser de negación, de prohibir, porque la prohibición se convierte en uno de los principales motivadores en las circunstancias de atracción’.
Al dictar su Conferencia Magistral “La figura del Ombudsman en el ámbito local: retos y perspectivas”, recordó que a él mismo, como a muchos otros jóvenes le fue ofrecido un cigarro de mariguana, tanto en la Preparatoria como en la Universidad, por lo que actualmente “Tampoco vamos a poder evitar que nuestros hijos se acerquen a las drogas o bien, que las drogas se acerquen a nuestras hijas e hijos”.
Por lo anterior, señaló, lo que tenemos que hacer es construir “un modelo de responsabilidad y de libertad que esté dotado de información cierta, que le permita al joven saber lo que significa drogarse, saber lo que significa en el futuro el deterioro que tiene el uso de determinadas drogas y los compromisos que eso implica con su familia, con su vecindario, con la gente con la que va a convivir, y asistiéndole en la toma de decisiones”.
El tema no es sencillo, involucra muchas cosas, advirtió González Placencia, pero recordó que antes de que se registraran y publicaran los primeros casos de SIDA, el tema de la sexualidad eran casi un tabú: “Pero después se convirtió en un tema de vida, como el de las drogas ahora, y se hizo necesario acercarle condones a las y los jóvenes”.
Por supuesto, agregó, todavía desde algunas perspectivas se cree que acercarles condones es tanto como invitarlos a tener relaciones sexuales, pero el hecho es que “¡Van a tener relaciones sexuales! Es ingenuo pensar que se van a esperar a los 25 o 30 años, en algunos sectores particularmente estamos viendo que las y los adolescentes se desarrollan rápidamente y ejercen su sexualidad más temprano”.
Por lo tanto, dijo, es ingenuo e incluso irresponsable no proveerles de la información y de las herramientas necesarias para prevenir los embarazos y las enfermedades que aun resultan mortales.
“En el caso de las drogas pasa algo similar: las drogas están ahí, siempre han estado, de toda la vida. Entonces, lo que conviene es que, en lugar de decir ‘no, no te aproximes’, es generar condiciones para que las hijas e hijos tengan comunicación fluida con las madres, los padres; eso nos da la oportunidad de platicar de manera mucho más abierta, desprejuiciada y ayudarles a tomar decisiones”, insistió.
La idea, dijo, es que se vaya consolidando la autonomía de decisión de las y los jóvenes, porque tampoco para ellos es un tema fácil o sencillo.
En la Conferencia, González Placencia habló sobre la importancia de mantener la autonomía de un Organismo Defensor como lo es la CDHDF, que aunque es una institución de Estado, responde en todo momento a la ciudadanía, incluso a través de los integrantes de su Consejo Consultivo.
Dijo que en su evolución en México, así como en la ciudad de México, la figura del Ombudsman es totalmente afín a la de un Defensor del Pueblo.
Se refirió también a la separación de la moral personal de un Ombudsman de la moral posconvencional que le exige el espacio público en su tarea como defensor de los derechos humanos de todas las creencias e ideologías, así como de la igualdad de condiciones para expresarse.
Finalmente, señaló como un pendiente institucional lograr que la mayoría de las personas estén de acuerdo con las resoluciones de la CDHDF, no a través de la obligatoriedad para que las autoridades acaten las Recomendaciones sobre casos paradigmáticos, sino abriendo espacios y tomando parte en el debate de temas polémicos e importantes, como lo ha sido la despenalización del aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo.