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Gilberto Bosques, hombre de Estado cuya vida y labor debe ser conocida y reconocida

Boletín 264/2013
30 de julio de 2013

• Se inaugura en la CDHDF la exposición Solidaridad en tiempos difíciles No fui yo, fue México

La exposición Solidaridad en tiempos difíciles No fui yo, fue México, sobre la vida y trayectoria de don Gilberto Bosques, quien salvó numerosas vidas de exilados europeos, destaca la figura emblemática del diplomático mexicano y hace énfasis en la promoción de los derechos humanos y la cultura de paz, fue inaugurada en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

El Ombudsman capitalino, Luis González Placencia, señaló que “es un merecido homenaje que cada vez más podamos saber quién fue Gilberto Bosques, que niñas y niños tengan claridad sobre quién fue y sobre el alcance que tiene la posibilidad de tomar decisiones correctas aun en los contextos más adversos”.

El Presidente de la CDHDF comentó que si bien Gilberto Bosques ha recibido reconocimiento en la diplomacia, “es importante colocarlo entre nuestros héroes, que además tiene dimensiones universales. Fue un hombre de Estado, y el riesgo que corren los hombres de Estado es que quedan invisibilizados”.

Señaló que de ahí la importancia de recuperar su nombre, a partir de la posibilidad de revivir aspectos que pueden darnos una idea de su propia cotidianidad, “la exposición es una oportunidad para aproximarse al hombre y a sus vivencias”, anotó.

Refirió que lo que más se sabe de Bosques es de su labor diplomática y del rescate de más de 40 mil personas, que pudieron salvar sus vidas el otorgarles visas para que pudieran venir a México.

Carmen Tagüeña, Presidenta del Ateneo Español de México, señaló que las migraciones, los exilios y la violación de derechos humanos siguen siendo una constante del mundo en que vivimos, de manera que los acervos del Ateneo pueden servir de referencia y punto de partida para diversas investigaciones y tomas de conciencia para enfrentar los problemas actuales.

Destacó la relevancia de recordar a Gilberto Bosques, porque como él mismo dijo:no fui yo, fue México y se trató de una política de Estado. “Los refugiados españoles y sus descendientes, ya mexicanos, queremos a este país y agradecemos la ayuda recibida que nos devolvió la esperanza ante la tragedia española”, dijo.

Agregó que esa fue una decisión de Lázaro Cárdenas y su gobierno que fue reflejada también en otros diplomáticos como Luis I. Rodríguez, Isidro Fabela, Narciso Bassols. “La actitud de México fue progresista en relación con la defensa de los derechos humanos, por encima de las leyes establecidas se privilegió el salvar vidas humanas”, apuntó.

Refirió que en el Ateneo Español, creado en 1949 para preservar la vigorosa cultura republicana en el destierro, la figura de Bosques tiene un especial significado por su labor y significado por lo que hizo México.

Detalló que las fotografía y los textos de la exposición fueron seleccionadas por María Luisa Capella, Coordinadora General del Centro de Estudios y Migraciones y Exilios de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Expuso que las inscripciones conmovedoras que están en las fotos son de las personas refugiadas en los castillos, en las que describen la vida organizada que llevaban, también se debe a Gilberto Bosques ese modelo de convivencia, de trabajo y de  respeto.

La historia complicada de los republicanos saliendo de España, la derrota y el éxodo, en ese triste periplo, la figura de Gilberto Bosques fue fundamental por su generosa solidaridad y humanitarismo.

Agregó que otra parte de los materiales expuestos forman parte de una magna exposición organizada por el Instituto de Investigaciones Germano-Mexicanas.

María Luisa Capella mencionó que la hija de Don Gilberto les proporcionó una colección de fotografías de los exiliados españoles resguardados en los castillos La Reynarde y Montgrand, arrendados por México con ese propósito, que le habían regalado al diplomático, con los pies de fotos escritos por ellos mismos.

Las fotografías dan cuenta de la vida cotidiana de estos castillos, del agradecimiento de los refugiados españoles, expresada en los pies de foto, al tiempo que dan parte de la ingente labor de Bosques a favor de todos los perseguidos por el fascismo de esa época.

“Nos parece que exponer y difundir un capítulo de la historia de la Guerra civil española y el posterior exilio en México, nos sirve para poder abordar los problemas de las migraciones y los exilios que en el mundo de hoy están a la orden del día y cada vez son más lacerantes”, agregó.

Recordó que en los primeros años de la década de los años 30, España y México tenían valores similares, resumidos en unos mandamientos republicanos: amar a la justicia sobre todas las cosas, rendir culto a la dignidad, vivir con honestidad, intervenir rectamente en la vida política, cultivar la inteligencia, propagar la instrucción, trabajar, ahorrar, proteger al débil y no procurar el beneficio propio a costa del perjuicio ajeno.

A la inauguración de la muestra asistió Laura Bosques, hija de Don Gilberto Bosques.

La exposición se presenta en el vestíbulo del Salón Digna Ochoa, a propósito del 20 aniversario de la CDHDF, a partir de este martes 30 de julio y hasta el 6 de agosto próximo.