miércoles , 30 octubre 2024

La CDHDF lamenta el fallecimiento de Arnoldo Martínez Verdugo

Boletín 176/2013
27 de mayo de 2013

• La acción del político izquierdista fue fundamental para la defensa de los derechos políticos durante la época de la guerra sucia.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal lamenta (CDHDF) el fallecimiento de Arnoldo Martínez Verdugo, ocurrido el pasado viernes 24 de mayo en la ciudad de México, a la edad de 88 años, y expresa sus condolencias y solidaridad hacia la familia y quienes lo acompañaron en una trayectoria vital que expresa el origen y dificultades de la izquierda en México.

Desde 1946, Martínez Verdugo formó parte del Partido Comunista Mexicano (PCM), cuando aún era ilegal la militancia en esta corriente política y motivo para el uso de la fuera policiaca en detenciones, interrogatorios y acoso arbitrarios.

Con el tiempo, él se convertiría en uno de sus líderes destacados, ocupando el cargo de Secretaria General del Comité Central entre 1963 y 1981. El compromiso democrático de Martínez Verdugo se plasma en decisiones como la de pronunciarse públicamente en contra de la invasión rusa a Checoslovaquia para poner fin a la Primavera de Praga, en 1968, siendo el mexicano el único partido comunista latinoamericano que lo hizo.

Aunque el PCM aún no contaba con registro oficial, en 1976, Martínez Verdugo decidió lanzar la candidatura a la presidencia de Valentín Campa, quien realizó una extensa gira por toda la república para afianzar la presencia nacional de esta fuerza de izquierda. Este movimiento estratégico de Martínez Verdugo permitió visibilizar la pluralidad política que ya era imposible de silenciar en México, y que es antecedente directo de la creación, en 1977, de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales, que permitió el registro condicionado de los partidos antes clandestinos, así como la existencia de coaliciones y el acceso de todas estas opciones políticas a los tiempos oficiales en radio y televisión.

Esta reforma electoral –en cuyas discusiones tomaron parte otros líderes prominentes de la izquierda como Gilberto Rincón Gallardo y Heberto Castillo–permitió al PCM participar en las elecciones federal de 1979, en las cuales obtuvo el 5% de la votación y 18 diputados, de los cuales Martínez Verdugo fungió como coordinador parlamentario.

Al constatar la división interna de esta fuerza política y la necesidad de replantear las prioridades de la izquierda frente a las reglas del juego democrático y el fortalecimiento del Estado constitucional de derecho, Martínez Verdugo y otros líderes decidieron la disolución del PCM en 1981 y su fusión con otras fuerzas afines para constituir el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), que lo postuló a la presidencia para las elecciones federales de 1982.

La derrota y la necesidad de replantear críticamente el paradigma igualitario que caracteriza a la izquierda, pero en un contexto de creciente pluralidad social y liberalización de las instituciones electorales, llevaron a Martínez Verdugo a unirse al Frente Democrático Nacional que postularía a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como candidato presidencial en las elecciones federales de 1988. De este proyecto común emergería el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en 1989, de quien fue uno de los líderes morales y referente político.

La trayectoria política de Martínez Verdugo ejemplifica las dificultades para situar un proyecto igualitario y demócrata como el que debería ser propio de una izquierda moderna e ilustrada, en el contexto del autoritarismo y atendiendo siempre la divisa moral de no violentar las reglas del juego democrático en lo que se refiere al uso de la vía institucional y la renuncia a la violencia.