Boletín 84/2013
11 de marzo de 2013
• Al participar en la mesa Los derechos de las mujeres y la igualdad de género, el Ombudsman capitalino dijo que el DF ocupa el tercer sitio de violencia contra las mujeres
El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, advirtió sobre la violencia en contra de las mujeres que se registra en la ciudad de México, que ocupa ya el tercer sitio a nivel nacional, sólo después del Estado de México y de Chihuahua.
Al participar en la Mesa Redonda Los derechos de las mujeres y la igualdad de género, llamó a los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a identificar prácticas, actitudes y expresiones propias de la cultura machista-patriarcal que se han normalizado en detrimento del reconocimiento y el respeto de los derechos de las mujeres.
“Identifiquemos esas prácticas, escuchemos al otro y trabajemos en la deconstrucción de roles, para que en nuestra vida cotidiana nuestra relación con nuestra madre, nuestras hermanas, amigas, pareja, sea de respeto y ya no de tolerancia, de cuidado y sobreprotección, mucho menos de aniquilación y destrucción”, insistió.
En el Auditorio Eduardo García Maynez de la Facultad de Derecho de la UNAM, subrayó también que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, 46.1% de las mujeres sufrieron algún incidente de violencia infringido por su pareja en su actual o última relación; 4 de cada 10 mujeres dijo haber sufrido violencia de parte de su pareja; 42% declaró haber recibido agresiones emocionales en algún momento de su actual o última relación que afecta su salud mental y psicológica; y 25% recibió algún tipo de agresión para controlar sus ingresos y el flujo de los recursos monetarios del hogar.
Al respecto, señaló que “La violencia económica no se visibiliza, pero el control que se ejerce sobre la pareja a través del dinero o de otros recursos materiales es una de las formas más extendidas de violencia de los hombres hacia las mujeres, incluso cuando ellas empiezan a tener sus propios ingresos y su independencia económica, se busca controlar su dinero”.
De acuerdo con la misma Encuesta, agregó, 13% de las mujeres dijo haber sufrido violencia física que le provocó daños permanentes o temporales y 7% sufrió diversas formas de intimidación para tener relaciones sexuales sin su consentimiento.
Citó también el Informe “Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios”, que señala que, de 1985 a 2009, se registraron 34 mil 176 muertes violentas de mujeres, un promedio de 20 por día: “Casi 7 mil de esos crímenes ocurrieron entre 2005 y 2009; alrededor de 27% de los feminicidios correspondió a menores de 18 años, es decir, niñas. La edad media de las mujeres asesinadas en México es de 31 años, en su mayoría solteras y que viven en núcleos urbanos”.
El tema de la gran violencia y la aniquilación hacia las mujeres, advirtió González Placencia, es un tema actual, de todos los días y que ha colocado a la ciudad de México en el tercer sitio por la cantidad de mujeres que pierden la vida a manos de los hombres, apenas superada por el Estado de México, que ocupa el primer sitio: “En el centro del país no estamos tan lejos de esas historias que conocemos de Ciudad Juárez”.
De acuerdo con el Observatorio Nacional del Feminicidio, explicó, en 58% de casos de feminicidio, hubo exceso de violencia: ahorcamiento, estrangulamiento, sofocación, ahogamiento, inmersión, uso de objetos cortantes, algunos sin filo pero que infringen heridas, envenenamiento, quemaduras, entre otros métodos.
Agregó que aunque las mujeres han hecho conciencia de esas circunstancias, algunos comportamientos de los varones todavía se hacen pasar como ‘normales’, sobre todo aquellos que pasan por el tema de la seducción, bajo la idea de que es necesario el uso de un lenguaje violento, sea a través de piropos e insinuaciones.
“Los datos sobre las prácticas de violencia en el noviazgo que existen en la ciudad de México son de alarma, por ejemplo a través de mecanismos de control de las llamadas telefónicas, de espiar los mensajes, así como de comportamientos asociados con la idea de que los celos son buenos y que denotan una demostración del amor”.
Cuando los celos se convierten en pretexto para la violencia, reiteró, algo está pasando y hay que tomar cartas en el asunto, porque de ninguna manera se puede pasar del amor a la violencia y el control por la vía de la justificación de los celos y la infidelidad, concluyó.
En la Mesa Los derechos de las mujeres y la igualdad participaron también Consuelo Sirvent Gutiérrez y Lucía Raphael de la Madrid. Socorro Apreza fungió como moderadora.