Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México
Boletín 512/2011
31 de diciembre de 2011
El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, expresó la necesidad de no perder la vocación ciudadana de los Organismos Públicos Autónomos (OPA), al mismo tiempo que deben recuperar la confianza de las personas para servir de contrapeso efectivo al poder público.
Al moderar el panel magistral “La autonomía, una visión desde los organismos públicos federales e internacional” del Sexto Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos, enfatizó que la autonomía no se tiene, se ejerce.
“Tendríamos que generar esos contrapesos para que efectivamente saber que lo público es público y que debe ser resguardado desde el Estado”, indicó el Ombudsman capitalino.
A su vez, la Comisionada Presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IFAI), Jacqueline Peschard Mariscal, enfatizó que autonomía significa en buena medida dotar de legitimidad a los OPAs.
“La autonomía tiene que ver con la distancia frente a los signos políticos de los gobiernos; es decir, se considera que dichos organismos son de tal relevancia que las decisiones que toman deben trascender las orientaciones y preocupaciones de los distintos tonos partidistas de quienes ocupan la titularidad del Ejecutivo”, acentuó.
Puntualizó que la concesión de autonomía se presentó como una necesidad para el adecuado desempeño de las funciones sustantivas de los organismos públicos.
Sin embargo, subrayó, el ejercicio autónomo depende en gran medida de la capacidad y determinación de los titulares de tales instituciones para preservarla, consolidarla y mantenerla en efectivo funcionamiento.
Peschard Mariscal puntualizó que la autonomía se ejerce en el marco jurídico que la contempla, pero aseveró que donde efectivamente se da es en el ejercicio y la decisión de la aplicación la ley que la ampara.
“No es suficiente un marco normativo sino existen autoridades capaces de ejercer esa autonomía de manera eficaz, consistente, clara y sin lugar a ninguna duda”, finalizó.
En su oportunidad, el Representante en México de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Javier Hernández Valencia, señaló que nuestro país tiene el sistema nacional de instituciones de derechos más basto y mejor financiado, lo que contrasta con algunas de las 194 naciones que conforman la ONU.
Manifestó que los 194 países reconocen y aceptan a la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navi Pillay, como máxima autoridad en la materia, pero no todos los gobiernos aceptan, invitan y tienen en cada país una representación de esta oficina.
“En el mundo sólo hay 54 presencias como la de México, lo que quiere que hay 140 países que no tienen oficina de la Alta Comisionada”, apuntó.
Recordó que en América Latina, además de México, sólo existen Oficinas de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala, Colombia, Paraguay, Bolivia, Panamá (Centroamérica) y Chile (Sudamérica).
“La apuesta estratégica para un sistema universal de protección no está tanto en la expansión del sistema de Naciones Unidas, sino en la creación y fortalecimiento de instituciones nacionales; y en ese sentido América Latina sí es una región que goza de buena salud porque existen instituciones nacionales en todos los países; sin embargo, no todas tienen y gozan de autonomía”, concluyó.
