Boletín 353/2011
23 de septiembre de 2011
En la presentación del Manual sobre la perspectiva psicosocial en la investigación de derechos humanos, de Carlos Martín Beristain, el Ombudsman capitalino, Luis González Placencia, anunció que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) pondrá en marcha una Unidad de Atención a Víctimas, a partir de octubre próximo.
Resultado del trabajo de Visitadores y Visitadoras de la CDHDF en diversos talleres con el autor del libro, la Unidad tiene el objetivo de complementar la acción de las cuatro Visitadurías del Organismo, con una visión integral de defensa de los derechos humanos, “para tener una relación mucho más humana con las víctimas”, explicó.
Expuso que, “en la medida en la que no se reconoce la integralidad de la defensa de las víctimas, aunque se emitan Recomendaciones, lo cierto es que se deja de lado qué es lo que ellas quieren y cómo se ayuda a procesar lo que desde su perspectiva debe ocurrir”.
Ha faltado este acompañamiento que permita encontrar también en la centralidad de las víctimas un paso que permita racionalizar el sentimiento normal de revancha, hacia uno que tiene que ver más con la justicia y con articular su propia experiencia, el para qué de los derechos humanos”.
El Presidente del Organismo confió en que la experiencia de aproximación a la vivencia de las víctimas, que propone el Manual, enseñe algo a quienes ahora en el gobierno federal han pensado que la solución es crear una nueva Procuraduría, “que insiste en llevar los casos desde la perspectiva jurídica e identificar a las víctimas del sistema con víctimas del delito”.
El autor del Manual, Carlos Martín Beristain, explicó que este trabajo es una herramienta práctica para atender a las víctimas de violaciones a derechos humanos a través de la sistematización de experiencias en diversos contextos del Sistema Interamericano.
“Es un libro desde la perspectiva psicosocial en lo individual y colectiva de lo que supone la experiencia de las violaciones a derechos humanos, no sólo desde la dimensión jurídica; hay una mirada desde las víctimas, de lo que significa para ellas el caso en términos de si la denuncia le ayuda a ponerse de pie, si le ayuda a enfrentar mejor su dolor”, apuntó.
Carlos Martín Beristain expuso que hay casos donde las personas son revictimizadas durante el proceso, al ser maltratada porque hay que tratar con gente con poca sensibilidad, no tienen las herramientas para ello o no saben cómo hacerlo.
El Presidente de Servicios y Asesoría para Paz (Serapaz), Miguel Ángel Álvarez, destacó que de acuerdo con el Índice Global de Paz que considera la violencia en 153 países, ubicó a México en el lugar 121, cuando el año pasado estaba en el 101.
Explicó que el estudio analiza no sólo la manera en la que han aumentado el número de homicidios por habitantes y el grado de violencia en los diversos crímenes, sino también el acceso generalizado de armas, el incremento en las violaciones a derechos humanos, así como la percepción de crimen y de emergencia que vive la sociedad.
Uno de los retos para las instituciones y organismos, expuso, es cómo ayudar desde una visión de los derechos humanos integral a las víctimas en su camino hacia la justicia. Cómo acompañar a las víctimas incorporando los ámbitos jurídico, psicosocial, familiar, religioso y cultural.
La representante de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, Ximena Antillón, quien fungió como moderadora, explicó que el Manual ya se había publicado antes con el auspicio de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), pero el contexto de violencia, inseguridad y pérdida masiva de vidas humanas, hizo necesaria una nueva coedición.
“Necesitamos herramientas para acompañar y fortalecer a víctimas, familiares, organizaciones que buscan la verdad, la justicia y la reparación integral del daño”, indicó.
Ximena Antillón enfatizó que en los procesos de búsqueda de justicia, las víctimas sufren en muchas ocasiones nuevamente violaciones a derechos humanos, revictimización y más impunidad.
Por su parte, la fundadora de la organización Justicia para Nuestras Hijas, de Chihuahua, Norma Ledezma, señaló que son los familiares de las víctimas quienes desde su dolor pueden defender y enfrentar la injusticia, pero no pueden solos, de ahí la importancia de este Manual para las y los defensores de derechos humanos e incluso para las autoridades.
Indicó que las políticas públicas son muy buenas creadas desde un escritorio, pero necesitan la voz de las víctimas, que sí están recogidas en el Manual; “todos los que somos víctimas tenemos capacidad y derecho a continuar la búsqueda de la justicia, pero no lo vamos a hacer si no tenemos las herramientas, las familias con el conocimiento, con alianzas, con la atención sicosocial podemos continuar”.
Agregó que la atención sicosocial debe ser una herramienta básica y elemental para todas las Procuradurías de Atención a víctimas y para todos los defensores de derechos humanos.
A su vez, el abogado Roberto Garretón, dijo que el dolor que siente la víctima o el familiar de la víctima de violación de los derechos humanos es algo que no estaba estudiado, y lo que hay en este Manual es “cómo tratar con humanidad a los que sufrieron la peor de las humillaciones: ser atacado por quien nos protege”.
El también integrante del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas apuntó que la visión jurídica de los derechos humanos ha cambiado la visión del derecho, “tal como los abogados tratamos de enseñar hoy el nuevo derecho, para que el derecho sirva para algo, es decir para la vida, esa es nuestra función hoy día”.
Aseveró que la defensa de los derechos humanos dejó de ser una hazaña porque se ha ido fomentando una cultura del respeto al otro cada vez mayor, “pero falta conquistar a dos sectores: los políticos, que son los que menos han asumido el tema de los derechos humanos; y en segundo lugar, los poderosos, que siempre ven en los derechos humanos una limitación”.