Boletín 304/2011
21 de agosto de 2011
El Consejero de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), José Woldenberg Karakowsky, criticó que actores políticos vean a los Organismos Públicos Autónomos (OPA) como “botín y a sus titulares como el resultado de cuotas”.
Durante el Sexto Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos, realizado en la ciudad de Mérida, Yucatán, aseguró que estos entes “son imprescindibles para la sustentabilidad del germinal régimen democrático del país”.
Sostuvo que estos Organismos no aparecieron por arte de magia, sino para responder a diversas necesidades de la ciudadanía.
“El Banco de México, el IFE, los institutos electorales locales, la CNDH y las estatales, el Instituto Federal de Acceso a la Información Publica y los locales, el INEGI, entre otros, forman parte de una nueva constitución de instituciones públicas autónomas”, comentó.
Indicó que los OPA están obligados a actuar por encima de las diferentes racionalidades de apuestas públicas, porque con ese comportamiento hacen posible una mejor reproducción de pluralidad y facilitan su coexistencia y competencia en un marco constitucional democrático.
No obstante, dijo, como lo ha señalado el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), Lorenzo Córdoba, existen tres problemas que inciden de manera negativa en los OPA: la feudalización del poder político; las operaciones legislativas que los reducen y acotan; y por ultimo la tendencia a verlos como botín y a sus titulares como el resultado de cuotas políticas.
“Resulta importante que los partidos, a través de sus grupos en los Congresos, prefieran contar con enviados o representantes en los Organismos Autónomos, pero resulta aun peor que los nombrados se piensen a si mismos y actúen como si fueran los mandaderos de sus designadores”, subrayó,
Al abordar el tema “La Importancia de la Autonomía de los Organismos Públicos que Defienden Derechos Fundamentales”, también se refirió a la autonomía de las universidades públicas e indicó que esta es una condición necesaria para el buen funcionamiento de la universidad moderna.
“Las universidades, dada su naturaleza y funciones, requieren de independencia sustantiva en relación a los poderes públicos”, apuntó.
El Consejero de la CDHDF puntualizó que la autonomía debe entenderse entonces como un valor en si mismo, que permite a las instituciones gobernarse a si mismas sin interferencias externas, pero también como un medio para alcanzar ciertos fines. “Es un fin y un medio”, resaltó.
“Debemos reforzar la autonomía de las universidades, pero al mismo tiempo ello debe servir para contar con una enseñanza de primer nivel, una investigación de vanguardia y una recreación de la cultura interna, porque la autonomía no es sinónimo de autarquía”, finalizó.
En el Sexto Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos también participaron el Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero, Juan Alarcón; y los Rectores de las Universidades Autónomas de Yucatán y Chiapas, Alfredo Dajer Abimerhi y Víctor Fabián Rumaya Farrera, respectivamente.