Boletín 310/2011
24 de agosto de 2011
Al referirse a un vídeo que circula en las redes sociales y en el que se observa como dos mujeres en aparente estado de ebriedad, a quienes se les habría marcado el alto en calles de la colonia Polanco, agreden verbal y físicamente y amenazan a un agente de la policía, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, dijo que los elementos de seguridad debieron remitirlas ante la instancia correspondiente.
“Tan grave es que la policía sobreactúe, que cometa abusos, como que no actúe en casos en los que debe definitivamente actuar. Si había elementos suficientes para que ellos intervinieran, debieron haberlo hecho, por supuesto que debieron haberlo hecho”, advirtió el Ombudsman capitalino.
Tras subrayar la existencia de normas y protocolos internacionales sobre el uso proporcional de la fuerza, dijo que en los hechos del pasado domingo 21 de agosto se hace evidente la falta de capacitación de los elementos policiacos en situaciones como la mencionada, lo que deja a la institución a la que pertenecen en desventaja frente a quienes cometen faltas y delitos.
Del mismo modo, agregó, la ciudadanía queda indefensa ante agentes que no actúan y ante quienes con prepotencia hacen valer sus criterios personales para conducir y comportarse al margen de los ordenamientos correspondientes, poniendo en riesgo la convivencia, el tránsito y la seguridad en general.
En ese sentido, el Ombudsman capitalino exhortó también a erradicar la creencia de que los derechos humanos sólo defienden a quienes transgreden la ley: “Desafortunadamente se ha generado la idea de que la protección de los derechos humanos está asociada a la impunidad; me parece que eso hay que desmitificarlo”.
En una página electrónica se puede apreciar el vídeo donde dos mujeres agreden verbal y físicamente a un agente de la policía, a quien también amenazan, a la vista de otros agentes de seguridad que tampoco actuaron para detenerlas.
Además de dirigirse de manera discriminatoria y amedrentar con insultos y manotazos, las mujeres en aparente estado de ebriedad se retiraron sin ser apremiadas por su conducta, pese a saberse observadas y grabadas con una cámara portátil.