Boletín 217/2011
19 de junio de 2011
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) se suma a la celebración que en distintas partes del orbe se experimenta por la resolución adoptada por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la que se condena la discriminación hacia la población lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTI).
Con 23 votos a favor, 19 en contra y tres abstenciones, en la sede de Ginebra, las Naciones Unidas emitieron la primera condena contra la discriminación hacia las personas LGBTTTI, hecho histórico impulsado por Sudáfrica y defendido por México en voz del embajador Juan José Gómez Camacho, representante permanente ante organismos internacionales.
Con esta resolución, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos respalda y avala el legítimo derecho a la No Discriminación al que deben acceder todas las personas sin que medie por ello su orientación o preferencia sexual y su identidad o expresión de género.
Para la CDHDF es motivo de júbilo esta resolución que fortalece las victorias que el colectivo ha alcanzado, particularmente en la ciudad de México, tomando como punto de partida su derecho a la No Discriminación para combatir a la exclusión, el rechazo y la violencia institucionalizada –con representatividad cultural, social y política– que durante décadas ha lastimado su dignidad y violado sus derechos humanos.
La discriminación que viven las personas disidentes sexuales y con identidad o expresión de género transexual y transgenérica las ha llevado a enfrentar una lucha cotidiana y permanente para acceder a la igualdad de oportunidades en materia de salud, vivienda, trabajo, educación, acceso a la justicia e igualdad de trato.
Día a día experimentan actos de agresión, violencia y crímenes de odio, que en muchas ocasiones surgen desde la familia creando una sinergia negativa en la sociedad, respaldada por los gobiernos intolerantes que no respetan la diversidad.
Enhorabuena a esta resolución que ensancha el camino para que la lucha por todos los derechos continúe en México y en el mundo y sea un parteaguas para nuevos retos y pendientes de la agenda de derechos humanos.