Boletín 186/2011
26 de mayo de 2011
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de 2010, de dos millones 9 mil 411 personas que se dedican al trabajo del hogar, por lo menos 250 mil viven en el Distrito Federal.
De ellas, en su mayoría mujeres, 95% no tiene seguro médico; 75% no tiene seguridad social; una de cada tres gana menos de un salario mínimo y el índice de analfabetismo alcanza 11%.
Lo anterior, lo señaló el Secretario de Vinculación con la Sociedad Civil e Incidencia en Políticas Públicas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), José Antonio Guevara Bermúdez, quien agregó que, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), 80% de las trabajadoras del hogar carece de prestaciones laborales; 40.7% gana menos de un salario mínimo y 6% no recibe ninguna remuneración.
En conferencia de prensa, en la que se dio a conocer el Pronunciamiento sobre “Trabajadoras del hogar: por la aprobación de un Convenio y Recomendación de la OIT”, advirtió que la aprobación de ambos instrumentos será un paso histórico en la exigencia de igualdad en derechos humanos laborales por parte de las organizaciones lideradas por personas trabajadoras del hogar, para que su trabajo sea reconocido, valorado socialmente y nunca más invisibilizado.
En tanto, la Directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, A.C. (CACEH) y Secretaria General de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (Conlactraho), Marcelina Bautista Bautista, refirió que en la 100 sesión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hablará también por la Red Internacional de Trabajadoras del Hogar, a realizarse en Ginebra, Suiza, durante los primeros días de junio próximo.
Detalló que los derechos contemplados en el Convenio y en la Recomendación son el disfrute de condiciones de empleo equitativas y condiciones de trabajo decente, derecho a vacaciones, pago de horas extras, descanso, licencia por enfermedad y cualquier otro permiso, habitación separada, acceso a instalaciones sanitarias de buena condición, alimentos de buena calidad y en cantidad suficiente, salario mínimo, derecho a un contrato escrito, seguridad social, seguridad en el trabajo y acceso a órganos de justicia.
Lo anterior bajo los principios de libertad sindical y de asociación, reconocimiento efectivo de un contrato colectivo y la negociación; la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso e infantil, así como de todas las formas de discriminación en materia de empleo y ocupación, agregó.
A su vez, la integrante del Centro de Investigación y Promoción Social, A.C., Rita Robles, lamentó que la Ley Federal del Trabajo se quede corta en los derechos de las mujeres dedicadas al trabajo del hogar, lo que niega la posibilidad de que accedan a la justicia laboral.
“Nosotros vemos con preocupación que al quedar excluidas se presenten una serie de violaciones sistemáticas a sus derechos económicos, sociales y culturales”, indicó.
Por ello, dijo, espera que el Gobierno mexicano firme el Convenio y Recomendación que reconozca el trabajo decente para las trabajadoras del hogar.
En tanto, la responsable del área educativa de la Alianza Cooperativista Nacional, A.C., Marisol Anaya Bautista, señaló que desafortunadamente la labor de las trabajadoras del hogar ni se reconoce ni se regula a través de una legislación propia y adecuada.
El representante del Centro Nacional de Promoción Social, A.C., Atenógenes Pineda Escamilla, reprochó que la sociedad sólo atienda a los problemas de las trabajadoras de la “maquila”, de los trabajadores agrícolas y la falta de libertad sindical, y rara vez se percate de las problemáticas que enfrentan las empleadas del hogar.
“Muy pocas veces volteamos a ver a este sector, que encerrado como está en las cuatro paredes del hogar de una familia no nos percatamos del grado de explotación y discriminación a las que son sometidas”, subrayó.
PRONUNCIAMIENTO
Está dirigido al gobierno mexicano, a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, a las organizaciones sindicales y a las personas y organizaciones solidarias con el fin de que apoyen la firma de un Convenio y Recomendación que reconozca el Trabajo Decente para los trabajadores domésticos, en la reunión 100 de la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Subraya que “Tradicionalmente han sido las mujeres y niñas provenientes de zonas rurales, muchas veces marginales o incluso de otros países, quienes se emplean para esta actividad laboral, Las violaciones a sus derechos humanos tienen un eje en común: la discriminación, ya sea por sexo, edad, clase social, origen étnico o por la ocupación en sí misma”.
Las trabajadoras del hogar y quienes las apoyan esperan que del 1 al 17 de junio próximos, durante la 100ª Conferencia de la OIT, a realizarse en Ginebra, Suiza, sea aprobado el Convenio y laRecomendación del Trabajo Decente para los trabajadores domésticos.
Ambos instrumentos señalan que el trabajo realizado por las empleadas del hogar debe ser reconocido como igual de valioso que todos los demás trabajos, por lo que quienes lo desempeñen deben tener los mismos derechos que el resto de las y los trabajadores.
El Convenio contiene puntos mínimos para garantizar los derechos humanos laborales que los países parte deberán garantizar, a través de la armonización de sus respectivas leyes laborales.
La Recomendación es un instrumento de orientación para que los países parte implementen el Convenio, así como para la ejecución de políticas, legislación y práctica respecto de los derechos de las trabajadoras del hogar.
Además de la CDHDF, en México el Pronunciamiento fue suscrito por la Alianza Cooperativista Nacional, A. C.; el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, A. C. (CACEH); el Centro de Investigación y Promoción Social, A. C.; y el Centro Nacional de Promoción Social, A. C.; así como investigadoras de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y de la Red de Mujeres Sindicalistas.
También lo firman organizaciones de trabajadoras del hogar e instituciones académicas en Bolivia, Brasil, Ecuador, Haití, Guatemala, Perú, República Dominicana y Venezuela.