Boletín 80/2011
8 de marzo de 2011
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) exhortó a las autoridades competentes y a los organismos públicos de derechos humanos a extender medidas cautelares que garanticen la seguridad del comunicador Milton Martínez, quien teme por su integridad, luego de las agresiones de que fue víctima por parte de elementos de la Fiscalía General del estado de Coahuila.
Milton Martínez, asistente de la corresponsalía de Televisa en Saltillo, fue agredido y privado ilegalmente de su libertad por elementos de la Fiscalía General del estado de Coahuila, cuando desempeñaba su trabajo.
Además, uno de los agresores le retiró todas sus identificaciones y lo amenazó con ir a buscarlo hasta su domicilio si presentaba alguna denuncia
De acuerdo con información publicada por el Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet), el comunicador grababa un enfrentamiento con la cámara de su iPhone, mientras esperaba a su camarógrafo, cuando media docena de agentes de la Policía Investigadora lo intimidaron cortando cartucho para que dejara de tomar imágenes.
Luego de despojarlo del aparato, el reportero fue detenido junto con su camarógrafo por dos agentes de la Policía Operativa, quienes lo empujaban para impedirle el paso, pese a que portaba chaleco y equipo que lo identificaba como periodista.
En el video que su empresa proporcionó al Cepet se aprecia cuando un uniformado forcejea con el comunicador para derribarlo y esposarlo, obligándolo a hincarse mientras revisaba su cartera y sus identificaciones, que ya no le fueron devueltas.
Aunque el camarógrafo que lo acompañaba quiso ayudarlo a incorporarse, fue disuadido por un policía, quien le advirtió que le pasaría lo mismo que a Milton Martínez.
Luego de ser pateado y llevado a rastras hasta una camioneta de la Policía Operativa, Martínez le dijo al agente de seguridad que presentaría una denuncia en su contra, pero entonces recibió la amenaza de ser no sólo consignado, sino desaparecido.
El comunicador fue llevado a las instalaciones de la Fiscalía General, en Prolongación Pérez Treviño, donde fue puesto de rodillas mientras le apuntaban a la cabeza y era nuevamente amenazado. Nunca fue puesto a disposición de la autoridad ni acusado de cometer alguna falta, por lo que presentó una denuncia por privación ilegal de la libertad, lesiones, robo, amenazas y lo que resulte.
A través de su Relatoría para la Atención a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, la CDHDF urge a las autoridades competentes y a los organismos públicos de derechos humanos que, ante la gravedad de esta agresión, que extiendan las medidas cautelares que garanticen la seguridad del comunicador.