lunes , 25 septiembre 2023

Participa Ombudsman capitalino en la recepción al Padre Alejandro Solalinde

Boletín 23/2011
22 de enero de 2011

Al darle la bienvenida al Distrito Federal al Director del Albergue Hermanos del Camino, de la Movilidad Humana Pastoral de Migrantes de la Diócesis de Tehuantepec, Oaxaca, Padre Alejandro Solalinde Guerra, el Ombudsman capitalino, Luis González Placencia, hizo énfasis en la situación de abandono y de desprotección que viven los migrantes a lo largo de todo el país.

El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) hizo un llamado, tanto a las autoridades federales como a las locales, para que “nos tomemos en serio este problema; no es sólo un problema de policía, este es un problema de protección, y creo que hay un campo muy importante en el cual trabajar para generar esa protección”.

González Placencia mencionó que si la política de México frente a los migrantes mexicanos en Estados Unidos ha tenido un tono de protección hacia ellos, no hay razón por la cual se debería tener una visión incongruente en nuestro país, con respecto a quienes vienen desde Centro y Sudamérica.

Señaló que la CDHDF ha estado fuertemente comprometida con el tema de los migrantes en nuestro país, y a pesar de no ser de la competencia directa de la Comision, ha sido uno de los temas prioritarios, al generar vínculos con algunas otras organizaciones, tanto de la sociedad civil como organismos Públicos de Defensa de Derechos Humanos.

“Pensamos que es un tema nacional, que ahora de pronto se hizo más notorio a causa de las tragedias, pero no tengo la menor duda que eso que la prensa publicó forma parte de una serie de acontecimientos que son cotidianos, y que son testimonios que tenemos de las y los migrantes que todos los días pasan por nuestro país”.

Destacó que en la ciudad de México se está construyendo, en los hechos, un concepto de ciudadano que no está vinculado al lugar en donde uno nace, “siempre hacemos referencia a que en esta ciudad los derechos son para quienes han nacido aquí, pero también para quienes transitan aunque sea solamente el tiempo que les toma cruzar de una frontera a otra”.

Por su parte, el Padre Alejandro Solalinde se pronunció a favor de un Estado laico, pero no de simular la fe, ya que, consideró, como sociedad de sustrato cristiano se debe poner al centro al ser humano, preocuparse por sus valores, la vocación a la solidaridad, y hacer una vida hospitalaria e incluyente.

Expresó que durante los últimos años las personas migrantes que han atendido en la Pastoral de la Movilidad Humana presentan una destrucción muy importante, que requieren atención sicológica, médica, y para su inserción laboral.

Pidió al Gobierno capitalino que la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) genere acciones a favor de la población migrante que atienden en la Pastoral, así como promover la mediación que considere las diferencias culturales de la población migrante, con respeto absoluto a sus religiones y a sus expresiones culturales.

Además de iniciar acciones de difusión a favor de la población migrante refugiada, y que se eviten la xenofobia y la discriminación racial. En este sentido, dijo, la Iglesia católica tiene una  parte de omisión, porque si hay xenofobia es porque ha faltado la enseñanza, “menos misas y más acompañamiento al ser humano”.