Transcripción 143/2010
9 de diciembre de 2010
Pregunta (P): Aprovechando, si nos puede explicar un poco en qué consiste este evento.
Maestra Rosalinda Salinas Durán (RSD): Es un bazar navideño de exposición y venta de productos artesanales elaborados por hombres y mujeres en reclusión, y por adolescentes hombres y mujeres en las Comunidades para Adolescentes del Distrito Federal. Esto se ha hecho cada año, primero fue con mujeres nada más a manera de una acción afirmativa de carácter temporal. Hoy ya podemos invitar también a la participación de los reclusorios varoniles y este año es muy importante que se suman los adolescentes con los trabajos que también están haciendo en las Comunidades.
P: ¿Qué están haciendo ahí?
RSD: Principalmente, tienen diferentes talleres de papel maché, desteñido de tela y hacen figuras con ella, algunas figuras como de peluche, es otro material pero es similar al peluche, y galletas, chocolates, básicamente.
P: En cuanto a los adolescentes, ¿ustedes como Comisión de Derechos Humanos cómo ven que los jóvenes estén haciendo estos trabajos y si eso ayuda verdaderamente a su readaptación?
RSD: Mira, lo que nosotros hemos dicho, y que fue lo que se dijo ahora, es que la Comisión a lo que apuesta es que la capacitación sea para realizar un trabajo autónomo en libertad. Eso quiere decir que se les tiene que capacitar para lo que puedan desarrollar, para lo que sean potencialmente contratables estando en libertad. El trabajo artesanal es una manera de resolver una carencia todavía de trabajo, de capacitación y de desarrollo del trabajo como se esperaría, primero en condiciones como si fuera en libertad. Entonces esto es sólo una opción, me parece que es una opción a la que hay que darle el lugar que merece, pero que no es el todo. O sea, de ninguna manera apostamos a que el trabajo artesanal sea solamente lo que se haga durante el tiempo que las personas están en reclusión. El tiempo que están en reclusión se tiene que utilizar para capacitarse en algún tipo de oficio o en algún tipo de habilidades o trabajo que les permita ocuparse y emplearse saliendo del centro.
P:
RSD:No, hay algunos internos que sí enseñan, como el taller de pintura en el Reclusorio Norte sí es un interno que enseña a los otros a pintar, y ahí hay una pintura de gran calidad y eso sí podría ser altamente productivo. Pero por otro lado hay ahora un número más elevado de lo que había anteriormente de personas que están entrando a los centros a enseñarles repostería; ahora traen algunos trabajo de joyería que también les han estado enseñando; entonces, bueno, es un trabajo en donde participan los internos y también personas externas, pero estamos hablando que en general o en números redondos habrá alrededor de 3 mil 600 internos e internas realizando trabajos de artesanía. En tanto que quienes están contratados con socios industriales será alrededor de mil 500.
P:También quiero aprovechar para preguntarle su opinión acerca de los tratamientos que les están dando a los menores para readaptarlos, ¿creen que son suficientes?
RSD:Mira, yo creo que la apuesta por el trabajo debe de ser la gran brújula del sistema penitenciario. No se puede tener un número de actividades insuficiente o de naturaleza como vista hacia futuro porque eso lo que hace solamente es propiciar el ocio; entonces las actividades tienen que ser llamativas, tienen que ser productivas, tienen que propiciar en las internas y en los internos el desarrollo de la creatividad, y en tanto las actividades cumplan con ello, y en concreto las oportunidades laborales dentro del centro de reclusión sean las más parecidas posibles a que si estuvieran en libertad, serán las adecuadas.
P: Apenas platicando con un Consejero de la Judicatura, él criticaba la falta de programas para atender a los jóvenes adictos…
RSD: Mira, hay algunos programas de desintoxicación que entiendo que se van a llevar a las Comunidades para Adolescentes, donde desde luego es importantísimo poderlos captar ahí y resolver algunos problemas de adicciones. Ahorita están en los centros varoniles con apoyo de fundaciones como Oceánica, Río Arronte, pero igual hacen falta potencializar esos programas.
P: Y por último también preguntarle en su opinión acerca del tratamiento que le dieron tanto las autoridades como los medios de información al caso del menor de edad conocido con el apodo de “El Ponchis”.
RSD: Bueno, yo ahí la verdad no tendría una opinión, es un asunto que no es del Distrito Federal y bueno me lo reservaría. Gracias.