Transcripción 126/2010
Pregunta (P): .Ya tienen permiso para detener los vehículos, cualquier vehículo, hacer revisiones, ¿qué opina de eso?
Doctor Luis González Placencia (LGP): Bueno, aquí el tema es que no se violenten los derechos de las personas. El tema de la seguridad creemos que es importante mantenerlo sobre todo a raíz de los acontecimientos más recientes, pero seguramente vamos a enviar nosotros gente de manera intermitente para que verifique que todo se lleve a cabo sin problemas.
P: ¿Ha mandado hasta ahorita alguna medida cautelar?
LGP: No, en este momento no lo hemos hecho todavía, pero lo vamos a hacer. Vamos a pedirle a las autoridades que las medidas que tomen sean salvaguardando los derechos de las personas.
P: Por otro lado, el Jefe de Sector de esa zona afirma que la seguridad está garantizada, que no hay tal delincuencia como se ha dado a conocer, que no hay bandas delictivas, que sólo hay grupitos de personas que se juntan en las esquinas parabandalizar, pero no hay delincuencia como tal. ¿Usted qué opina?
LGP: Bueno, aquí el problema tiene que ver con que ha habido personas que han perdido la vida y particularmente jóvenes; entonces independientemente de la magnitud que tenga el fenómeno lo cierto es que a la autoridad cabe la obligación de salvaguardar la vida de personas, y una persona que muera me parece que es un dato que tiene que ser relevante.
P: Por ejemplo en este caso de las seis ejecuciones dice que la reacción de la policía ha sido inmediata y buena, tan es así que se logró salvar la vida a una persona de las siete atacadas.
LGP: Hubiera sido mucho mejor que no hubiera ocurrido ninguna muerte, ¿no?
P: Pero esta imagen que tiene la policía, ¿qué recomendación le haría?
LGP: Yo creo que es importante aquí que primero se tenga en cuenta que la pérdida de vidas debe evitarse a toda costa y qué bueno que se salvó una vida, pero las estrategias de prevención tienen que ir más en el sentido de evitar estos conflictos y de evitar sobre todo que se resuelvan como ha ocurrido, pues, a balazos.
P: Y ante estos hechos, doctor, ¿cómo está la situación ante este panorama de delincuencia? ¿Cómo está la situación de los derechos humanos comparado con otros países? Hoy se dijo que Ciudad Juárez es la ciudad más violenta del mundo. Ante esto y ante el evento que viene, ¿qué nos podría decir al respecto?
LGP:Yo creo que sí representa un riesgo para el tema de los derechos humanos, porque en principio la situación de inseguridad genera en la población temor, miedo, y siempre está presente esta idea de que las Comisiones de Derechos Humanos no ayudamos a la seguridad pública. Yo creo que eso no es así, al contrario. El enfoque que nosotros hemos planteado va en el sentido de tener en consideración todas las variables sociales que intervienen el fenómeno delictivo y eso son obligaciones del Estado en todos los niveles, tanto a nivel federal como a nivel estatal y a nivel de la ciudad, por supuesto. Entonces lo que tenemos que evitar aquí es que se construya una visión en la que la protección de los derechos se opone a la consecución de la seguridad. Pensamos que por el contrario se trata exactamente del mismo planteamiento, solamente que con enfoques distintos.
P: ¿Y el balance que se podría hacer respecto a los derechos humanos a nivel internacional cuál sería?
LGP: Desafortunadamente tenemos casos con el Ejército y tenemos casos con la Policía Federal y recientemente casos que tienen que ver con la resolución de conflictos entre las bandas criminales que dejan, digamos, una idea bastante poco clara de la vigencia de los derechos tanto en la ciudad como en el país. Ojalá tengamos condiciones para pronto poder decir que en este país se respetan los derechos.
P:¿Cuáles serían esas condiciones?
LGP: Paz, ¿no? Yo creo que lo que tiene que reinar en este país es paz. Lo que tenemos que buscar es que la resolución de conflictos se dé por vías pacíficas, evitar la violencia, evitar las muertes y hacer algo contundente para evitar que la violencia se siga generalizando.
P: Doctor, en otro tema, ¿hay algún avance en el tema del cura Larqué?
LGP: Sí, si hay un avance. Decidimos abrir una queja para investigar la presunta tortura que él ha denunciado con posterioridad a la Comisión y en los medios públicos. Entonces vamos a hacer la investigación y ya daremos a conocer los resultados.
P: ¿Ya tuvieron de nuevo contacto con la peticionaria y con el cura?
LGP: Estamos a punto de hacerlo, pero ya hicimos el contacto a través de uno de nuestros Consejeros, Manuel Fuentes, esperamos reunirnos con ella muy pronto, pero independientemente de eso ya decidimos abrir la queja.
P: Las cartas que había mandado a los organismos internaciones, ¿ya tuvieron contacto con los organismos internacionales?
LGP: No, no hemos tenido ningún contacto con ellos.
P: ¿No les han pedido que entreguen alguna información sobre esta situación?
LGP: No, hasta ahora no.
P: Doctor, ¿la situación de los derechos humanos en México en comparación con otros países cómo está y qué evaluación haría al respecto?
LGP: En comparación con otros países lo que diría es que hoy enfrentamos un contexto de violencia muy grave que desafortunadamente no abona a favor de los derechos humanos. En principio porque éstos se violentan en los hechos por los altos índices de violencia con los que vivimos, pero además porque a veces esa violencia alimenta también actitudes autoritarias, actitudes que suelen decir que los derechos humanos se oponen a los criterios de seguridad y yo creo que eso es lo que tenemos que evitar, justamente, que este contexto de alta inseguridad juegue en contra de los derechos. Creo que es un momento en el que es necesario reforzarlos a través por supuesto del debido proceso, pero también a través de todo lo que implican los derechos sociales, los derechos económicos, los derechos culturales, que nos parece a nosotros forman parte de un espectro amplio, de un concepto amplio de seguridad.
P: ¿Qué abonaría este tipo de eventos para los que son profesionales en materia de los derechos?
LGP: Me parece que es de la mayor importancia, primero porque se van a discutir criterios de incorporación de los jurisprudencia internacional a la resoluciones jurídicas de diversos niveles en México. Eso, como he dicho, abona a una reconceptualización de la idea de soberanía que se centra alrededor de los derechos. Entonces no es una soberanía política, sino es una soberanía democrática en términos de derechos humanos. Eso deja atrás las discusiones sobre si el derecho externo tiene o no validez frente al derecho interno; si las instituciones nacionales deben o no responder a las sentencias de los organismos internacionales; al contrario, me parece que zanja esa discusión y plantea de manera muy clara la obligación que tienen las instituciones mexicanas de atenerse a esta jurisdicción internacional, especialmente a la de la Corte Interamericana.
P:¿México, a comparación de otros países, cómo se encuentra en este ámbito?
LGP: Yo creo que este es uno de los ámbitos en los que tenemos mayor retraso. En muchos otros países se han creado mecanismos que permiten incorporar los estándares internacionales a los criterios judiciales nacionales. En este país hemos tenido por muchos años una discusión que al contrario ha sido reactiva a esos criterios internacionales, hoy mismo tenemos un planteamiento en la Corte que por lo pronto ha aplazado la discusión sobre si debemos o no debemos acatar la sentencia de la Corte Interamericana. A mí me parece que los signos democráticos indican que hay que acatarla, no sólo, sino que hay que abrirse a la incorporación de todos esos estándares para las decisiones judiciales en el país.
P: ¿Esto abonaría a que se terminara con la falta de respeto a los derechos humanos por parte del Ejército?
LGP: Yo creo que sí, porque primero crea seguridad en un nivel que es necesario hoy en el país, que es la seguridad jurídica, porque permitiría que cada institución actúe en el ámbito de su propia jurisdicción y se atenga a las reglas de su jurisdicción. Y cuando, como en el caso del Ejército, actúa en un ámbito ajeno a su jurisdicción, se atenga a las reglas de este otro ámbito. Por otro lado, también abona, porque nosotros esperaríamos que, por lo pronto a través de la Comisiones de Derechos Humanos, pero también en el ámbito de la justicia, de la jurisdicción formalmente hablando, se vaya creando una actitud receptiva a estos criterios internacionales; es necesario que haya una apertura que nos aleje del formalismo tradicional de la justicia mexicana y que nos aproxime más a criterios centrados en los derechos.
P: ¿Cuál es la situación que guarda la violencia y la corrupción en el Distrito Federal para el incremento de violencia que se está registrando?
LGP: Yo creo que hay que hacer una evaluación muy objetiva en el Distrito Federal. Sí hemos visto episodios de violencia en distintos lugares; lo que hay que generar son condiciones para evitar que esa violencia se extienda más y me parece que sí es necesario preguntarse seriamente sobre los niveles de corrupción en las instituciones que salvaguardan la seguridad en la ciudad de México, especialmente en los que tiene que ver con las policías.
P: El número de sentenciados sigue siendo muy reducido en comparación con el número de detenciones que se hacen.
LGP: Sí, aunque eso puede tener que ver con otras variables: en realidad no es tan relevante cuántas personas sean sentenciadas, sino más bien aquí la idea es evitar que las personas se incorporen a actividades delictivas.
P: El número de delitos que se denuncian todavía es menor, en relación con los que se cometen.
LGP: Seguramente sí. Según algunos datos que ofrecen algunos medios de comunicación, los niveles de victimización son mucho más altos que los de criminalización.
P: ¿Algún dato que tenga al respecto?
LGP: No tengo un dato actualizado, pero los datos que me parecen a mí los más confiables, son los del periódico Reforma y hablan de un nivel de victimización de alrededor de 14%, si no me equivoco, en los últimos años.
P: Este hecho de que no se detenga a los culpables o que los culpables salgan de las cárceles sin haber sido sentenciados, ¿no provoca más violencia y no es una responsabilidad del Gobierno del Distrito Federal evitar esto?
P: Pero, antes de decidir si los metemos o no los metemos, ¿no sería propicio agarrarlos primero?, cosa que no se está haciendo en la capital.
LGP: Sí, desde luego, es importante tener una política reactiva, pero yo insisto en que es más importante tener una política de carácter preventivo.