Sexta edición del Diplomado sobre el Derecho a la No Discriminación
Boletín 243/2010
24 de agosto de 2010
El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, y el titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio Mújica, alertaron que la discriminación es una práctica cotidiana en pleno Siglo XXI.
“Todavía, desafortunadamente, hay situaciones graves de discriminación de hombres frente a mujeres; de adultos frente a niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Todavía se discrimina a la población indígena; a quienes tienen orientación sexual distinta a la heterosexual”, señaló el Ombudsman capitalino.
En la inauguración del “Diplomado sobre el Derecho a la No Discriminación”, organizado por la CDHDF, el Conapred y el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luis González Placencia aseveró que este derecho aún presenta muchos pendientes que se tienen que atajar.
En el Auditorio Dr. Héctor Fix-Zamudio del IIJ de la UNAM, exhortó a reconocer la condición individual y única de las personas, porque “lo que nos hace individuos y que nos hace únicos y diferentes a los demás debe ser intocable, y con esa condición nadie tiene porque meterse”.
Indicó también que las situaciones distintas de vida de las personas crean desigualdades. En ese sentido, apuntó que el reto fundamental es construir mecanismos que abatan esas asimetrías, para que en la desigualdad cotidiana se tengan herramientas para reconocerla en las relaciones y subvertirla.
Precisó que no basta con sólo reconocer esas asimetrías, sino que es necesario empoderar a quienes se encuentran en situación de desventaja.
El Presidente de la CDHDF afirmó que en la medida en que se cree conciencia sobre el Derecho a la No Discriminación se empezarán a ver cambios a nivel estructural.
En su oportunidad, el Presidente del Conapred, Ricardo Bucio Mújica, reconoció que no basta la convicción ni la existencia de legislación para combatir o eliminar la discriminación, cuando está arraigada en la cultura social.
“Es un asunto muy arraigado en nuestro país, es un fenómeno que está normalizado, que no forma parte de nuestros genes afortunadamente, pero sí de nuestra cultura, de prácticas sociales cotidianas, de nuestra estructura institucional”, reiteró.
En la exclusión, dijo, hay una serie de temas a combatir que son de fondo, que son estructurales, legales, culturales e institucionales, y que requieren políticas públicas para ello.
“Requerimos tener conocimiento preciso de este derecho; de cómo está reconocido, pero no garantizado; de cómo es difícil hacerlo justiciable, convertirlo en políticas públicas; y cómo es más complicado convertirlo en práctica social y cotidiana de relación y de convivencia entre las y los ciudadanos”, enfatizó.
Por ello, consideró fundamental tener la perspectiva de que la No Discriminación tiene razón y tiene sentido en función de construir la igualdad entre las personas.
Expresó la necesidad de darle contenido, calidad y vigencia a la democracia, la cual, aseguró, presenta déficits en el Derecho a la No Discriminación, y la manera de hacerlo es garantizar que todas y todos ejerzan los derechos y tengan la protección del Estado en igualdad de circunstancias.
“Esto no es asunto banal, no es un asunto que sólo tiene que ver con expresiones o con desigualdad de trato, tiene que ver con el fondo mismo de la democracia”, finalizó.
Por su parte, el Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Héctor Fix-Fierro, destacó la sexta realización del “Diplomado sobre el Derecho a la No Discriminación”, y censuró la violación al Derecho a la No Discriminación, ya que, dijo, cambia vidas y realidades entre las personas.
El “Diplomado sobre el Derecho a la No Discriminación” concluye el 7 de diciembre.