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Boletín 180/2010 Foro: La Ciudad que Somos

Foro: La Ciudad que Somos
Boletín 180/2010

4 de julio de 2010

 

En el marco del Foro La ciudad que somos, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, señaló que la enorme complejidad que presenta la ciudad está interpelando las formas convencionales de hacer política y las formas convencionales de hacer administración pública.

 

En la mesa «Construcción de ciudadanía», el Ombudsmancapitalino destacó que una de las características fundamentales de las metrópolis contemporáneas tiene que ver con no encasillarlas en los conceptos tradicionales con los que se apreciaba desde el punto de vista geopolítico a los espacios públicos.

 

Indicó que desde la perspectiva de los derechos humanos un reto central en las urbes contemporáneas es lograr espacios de interlocución que permitan la convivencia armónica entre dos personas que piensan absolutamente diferente. «Son necesarias visiones que sean capaces de articular los derechos de las minorías sin menoscabar los derechos de las mayorías», dijo.

 

Mencionó que el problema de seguridad pública no se puede ver sólo como un problema de policías y ladrones, o con las inacciones de la policía, «tiene que ver con cómo garantizamos criterios de inclusión para la juventud a las políticas educativas, a las políticas sociales, culturales, cómo insertamos a los propios agentes de la policía como ciudadanos y no como ciudadanos de segunda, tercera o cuarta como con frecuencia les tratamos».

 

Expuso que problemas como el ambulantaje, la prostitución callejera y el transporte pirata en la ciudad, no sólo se relacionan con la ausencia de fuentes de empleo formales, «se interrelacionan con variables de carácter histórico, y se añaden fenómenos contemporáneos, que incluso están asociados a nuevas formas de esclavitud, de servidumbre que aprovechan estos espacios a donde el Estado no llega para proponer nuevas formas de relación entre particulares».

 

González Plancencia apuntó que la ausencia de regulación explícita da lugar a formas de ordenación implícita, que con mucha frecuencia son mucho más autoritarias que las regulaciones convencionales o formales; «es decir, emergen formas de gobierno, se van creando contextos de autoridad, que están de manera informal, planteados junto a los ordenamientos que son formales, como los reglamentos, las leyes, junto a las normas que nos rigen».

 

Refirió que en el caso de la prostitución no sólo es una situación en donde se mercantiliza el cuerpo de una mujer, sino en el que se crea el contexto para que proliferen el consumo de drogas, de alcohol, el deterioro urbano, deterioro de las relaciones entre los vecinos, «que no sólo se resuelven con una decisión de, por ejemplo, aislar el problema y colocarlos simplemente en una calle para que no se vea en el resto de la ciudad».

 

«Desde la perspectiva de gobierno el reto más importante implica la necesidad de cambiar la mirada en la relación que se da entre el Gobierno y las y los ciudadanos, y los protagonistas de ese cambio son los propios ciudadanos y ciudadanas».

 

Agregó que desde la perspectiva de la CDHDF las problemáticas de la ciudad requieren una visión distinta, que asuma el tema de los derechos como eje central de la política pública, porque es eso lo que va a señalar el cambio desde un Estado asistencial todavía, autoritario, hacia un Estado real de derechos.

 

Por su parte, la Consejera de la CDHDF, Patricia Galeana, se refirió a los derechos de la mujeres y alertó que a partir del avance de que las mujeres puedan decidir sobre su vida y su cuerpo, ha habido una embestida concertada entre el clero político de la Iglesia católica, gobernadores y legisladores de distintos partidos políticos en la criminalización de las mujeres, que tiene por primera vez en la historia penal de México a mujeres encarceladas en los estados de la República por homicidio.

 

Señaló que la violencia que sufren las mujeres en la ciudad vanguardista es dramática, «de cada diez mujeres, seis han sufrido algún tipo de violencia en sus vidas, algunas desde el noviazgo».

 

Sostuvo que hay un incremento en la violencia, «tenemos mucho por avanzar, tener albergues para las mujeres golpeadas en todas las delegaciones de la ciudad, hacer centros culturales interactivos para generar una nueva cultura de respeto a los derechos humanos».

 

Indicó que la mejor forma de ver el grado de civilización de una ciudad es el trato a sus mujeres. Destacó que es un punto central de la política de defensa de derechos humanos, «las mujeres son y deben ser un tema prioritario en la agenda de derechos humanos de nuestra ciudad, porque no es un problema cuantitativo, sino por el alto nivel de violación a sus derechos humanos».

 

En el Foro también estuvo presente la diputada federal Leticia Quezada Contreras.