Justicia, tema pendiente a dos años de la tragedia en el New’s Divine
Boletín de prensa 159/2010
18 de junio de 2010
A dos años de los trágicos acontecimientos ocurridos por el operativo en la discoteca New’s Divine, en la que fallecieron nueve jóvenes y tres agentes policíacos, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y su Consejo señalaron que, pese al cumplimiento del 83% de 40 puntos recomendatorios, aún está pendiente el acceso pleno a la justicia.
Al dar lectura al posicionamiento sobre el Segundo Informe del seguimiento al caso New´s Divine, el Presidente y dos miembros del Consejo de la CDHDF, Luis González Placencia, Clara Jusidman y Manuel Fuentes, respectivamente, exhortaron al Tribunal Superior de Justicia del Distritro Federal (TSJDF), a ejercer sus atribuciones con total independencia para evitar la impunidad de los hechos.
«Es necesario que las autoridades judiciales locales y federales determinen cuanto antes la responsabilidad penal de los servidores públicos que participaron en el operativo, no sólo porque la asignación de tales responsabilidades es parte de la reparación del daño, sino porque esos actos jurisdiccionales dan valor a la vida, honra e integridad de los jóvenes que fueron víctimas de esas violaciones», advirtió.
Tras solicitar que se lleven a cabo las diligencias necesarias para dictar las sentencias correspondientes, el Presidente de la CDHDF reiteró la necesidad de velar «porque el trato que reciben víctimas y testigos por parte del personal de juzgados, así como de la defensa de los procesados, sea diligente y totalmente respetuoso de su duelo».
Y es que, «A dos años de haber ocurrido estos dolorosos acontecimientos, continúa latente el duelo y la indignación de los familiares y de la sociedad en su conjunto, no sólo por las irreparables pérdidas humanas, sino porque aún está pendiente el acceso pleno a la justicia, así como la consolidación de medidas que garanticen la no repetición de hechos similares», subrayó el Ombudsman capitalino.
De acuerdo con González Placencia, el segundo aniversario de la tragedia en el New´s Divine es ocasión para reflexionar sobre el compromiso con las y los adolescentes y jóvenes de la ciudad de México y sobre la imperiosa necesidad de que los poderes públicos construyan una relación de cercanía y horizontalidad con ese sector de la población, garantizando el ejercicio de sus derechos, como ciudadanos plenos, dignos de confianza y merecedores de respeto.
Sobre el cumplimiento de los 40 puntos de la Recomendación 11/2008, dijo que éstos implicaron 47 acciones, de las cuales, 39 fueron cumplidas de manera satisfactoria y cuatro fueron documentadas por las autoridades responsables de cumplirlas y están siendo valoradas.
Las cuatro acciones restantes se darán por cumplidas cuando las autoridades judiciales resuelvan los procesos que aún están pendientes, cuando la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) incorpore las observaciones del Jefe de Gobierno a la Ley de Establecimientos Mercantiles y al entrar en funciones el Instituto de Verificación del Distrito Federal.
Por lo anterior, González Placencia señaló que «es momento de pasar del cumplimiento de la Recomendación al compromiso con sus contenidos» y se pronunció por la implementación de una política pública integral que involucre a la CDHDF, a todas las dependencias de gobierno y a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) para que las y los adolescentes y jóvenes tengan acceso garantizado a la educación, al trabajo, a la recreación y al libre desarrollo de su personalidad, a fin de que puedan vivir un presente digno y viable.
Agregó que al refrendar su compromiso con las víctimas y sus familias, la CDHDF iniciará la investigación de las quejas recientemente expuestas, además de que tomará en consideración la dinámica de la realidad, ante la trascendencia de los agravios, que requieren la atención permanente, siempre diligente y respetuosa de las instituciones.
Por su parte, la Consejera Clara Jusidman se pronunció por el debido cumplimiento de los puntos recomendatorios de la CDHDF, en materia social, con una política pública hacia la juventud, que considere esquemas de participación de las y los jóvenes.
«Y oírlos; no los estamos escuchando. Somos una sociedad que nos estamos suicidando, porque estamos matando a nuestros jóvenes: las muertes que estamos contabilizando en el país son de jóvenes, como soldados, como sicarios, como víctimas de las adicciones. Estamos cancelando las posibilidades de desarrollo del país», advirtió.
El Consejero Manuel Fuentes lamentó los malos tratos en contra de las víctimas, los familiares y sus abogados y exhortó a que las autoridades judiciales actúen con base en su autonomía al juzgar a exservidores públicos y al dictaminar sus sentencias: «Mientras no haya la conclusión de los expedientes, ni una definición del tema, la cuestión de la impunidad será un aspecto que se estará reiterando».
Dijo que la reparación de los daños no se refiere sólo a la consignación de los responsables, sino a una situación integral, con acciones y medidas que garanticen la no repetición de los hechos.
El 20 de junio de 2008, en un operativo policiaco en la discoteca New’s Divine , ubicada en la demarcación Gustavo. A. Madero, murieron Erika Jannete Rocha Maruri, Alejandro Piedras Esquivias, Daniel Alan Ascorve Domínguez, Isis Gabriela Tapia Barragán, Rafael Morales Bravo, Mario Quiroz Rodríguez, Mario Alberto Ramos Muñoz, Leonardo Amador Rivas, Heredy Pérez Sánchez y los agentes de la policía Remedios Marín Ruiz, Pablo Galván Gutiérrez y Pedro López García.
De acuerdo con las investigaciones de la CDHDF, las 9 personas fallecieron a causa del operativo descoordinado y desmedido en el uso de la fuerza pública, realizado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y de la Delegación Gustavo A. Madero (GAM).
Entre los derechos vulnerados, según los resultados de las investigaciones, están el derecho a la vida, el derecho a la integridad, el derecho a la libertad y seguridad personales, así como a la honra y dignidad de niñas, niños y adolescentes que se divertían en la citada discoteca, así como de hombres y mujeres, servidores públicos del Distrito Federal.