Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México
Necesario blindar el Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal a través de una ley operativa: CDHDF
Boletín 116/2010
8 de mayo de 2010
Al inicio de las Mesas de Trabajo sobre la Ley del Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, señaló que el Diagnóstico y el Programa son de relevancia internacional, porque se traducen en presupuestos y en políticas públicas sujetas a evaluación y seguimiento.
Dijo que, más allá del ejercicio para su elaboración, “Se requiere un vínculo normativo que blinde al Programa de los cambios de voluntad, tanto en el gobierno como en las demás instancias. Es importante una Ley para el Programa, que tenga un marco jurídico, que lo haga vinculante, para que en el futuro, independientemente de quiénes estén a cargo de las instituciones, tenga vida propia”.
El Ombudsman capitalino insistió en que, es necesario blindar el Programa, porque ha sido un ejemplo a nivel nacional e internacional, desde el proceso mismo para llevarlo adelante; por eso es fundamental hacerlo parte de las obligaciones de los órganos de Gobierno de la ciudad.
“Hasta ahora, el Programa ha sido producto de un acuerdo de voluntades entre el Gobierno del Distrito Federal (GDF), del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y de la academia, así como de la CDHDF, pero es necesario blindarlo”.
Para la elaboración de la Ley de Derechos Humanos en el Distrito Federal, la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF arrancó con un programa de foros, con el fin de que todas y todos se sientan involucrados, en su cumplimiento y ejecución.
Al inaugurar las Mesas de Trabajo, convocadas por el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF, el Diputado David Razú Aznar, González Placencia señaló también que la Iniciativa de Ley tiene elementos de una Constitución local, y aunque la capital del país no cuenta con una propia, la propuesta bien podría “salvar ese escollo”.
Aunque generalmente, dijo, se parte de una Constitución para bajar la política pública a leyes, en este caso se realizó un proceso inverso: se logró instaurar, a través una política pública, la perspectiva de derechos humanos. “Sería ideal que ésta se reflejara en una Constitución de la ciudad de México y luego en la propia Constitución de la República”, advirtió González Placencia.
Al respecto, descartó que se trate de hacer del tema de los derechos humanos una jurisdicción especial, sino de convertirlo en el eje de toda la política pública para mujeres, niños y niñas, y para el medio ambiente, entre otras, explicó.
