Boletín 16/2010
23 de enero de 2010
La Cuarta Visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Guadalupe Cabrera Ramírez, advirtió que los métodos de tortura son cada vez más sofisticados, lo que hace difícil documentarla y exigir su investigación y sanción.
Durante la presentación del libro “Tortura, Pensamiento y Acción” del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, A.C., reconoció que si bien se ha avanzado en su detección, los logros no son suficientes.
Detalló que la tortura no sólo son los azotes y las afectaciones a la integridad, sino que los métodos cambian y se hacen más sofisticados, de modo tal que hay mayores elementos de complejidad para poder documentarla y hacer exigible a la autoridad su investigación y sanción.
La funcionaria de la CDHDF aseveró que esta práctica está íntimamente ligada a la impunidad, aunque reconoció que gracias al trabajo de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) se ha logrado denunciarla.
En el caso del Distrito Federal, indicó, los resultados de su investigación y sanción por parte de la autoridad no son del todo suficientes. “Si bien a partir de las Recomendaciones se hicieron diversas acciones en el caso de la Procuraduría de Justicia capitalina, los pasos son muy lentos”, subrayó.
Señaló que la CDHDF trabaja en los Puntos Recomendatorios de sus Recomendaciones sobre este tema, con la finalidad de que no sólo se atienda la investigación y sanción del delito, sino la reparación del daño y la garantía de no repetición.
Guadalupe Cabrera Domínguez explicó también que una línea estratégica de la CDHDF es impulsar el inicio de averiguaciones previas desde que recibe una queja de tortura, antes de iniciar su investigación, aunque lamentó que la autoridad no la tipifique como tal, sino como lesiones o por abuso de autoridad.
Afirmó que hoy las líneas de acción del “Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal” son una buena oportunidad para avanzar en la lucha contra la práctica de la tortura.
Por su parte, el periodista e investigador Carlos Fazio afirmó que la tortura busca destruir la identidad de la persona, implantar el miedo y romper el tejido social.
Dijo también que es un método de control social. “La tortura se emplea cuando los mecanismos de disciplina fallan. El mensaje es simple: salirse de la norma implica un castigo y este es doloroso”, subrayó.
Enfatizó que la tortura es un instrumento político ejercido a través del Estado que busca crear un clima de miedo entre la población.
En la presentación del libro “Tortura, Pensamiento y Acción” participaron el integrante del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, A.C., Ricardo Loewe; y los luchadores sociales y sobrevivientes de martirio, Italia Méndez y Jacobo Silva, quienes aseguraron que la tortura requiere el compromiso social de las personas para denunciarla como medida para su no repetición.