Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México
Boletín 257/2009
6 de octubre de 2009
La Consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Denise Dresser Guerra, aseveró que esta institución se ha convertido en el puente de esperanza de las y los indefensos, ya que nueve de cada 10 quejas que recibe son presentadas por personas con un ingreso igual o menor a un salario mínimo.
Al dictar la conferencia “Libertad de Expresión en México” en la Representación de la Universidad de Colima, organizada por el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo, A.C., destacó que la CDHDF está para crear una sociedad igual frente a la ley, al margen de la edad, el género y el color de la piel.
Dresser Guerra indicó que la premisa de un Ombudsman en un país como México es llamar a las cosas por su nombre y descubrir la verdad pese a los engaños.
En ese sentido, la analista política precisó que la CDHDF ha existido para alzar la vara de medición y crear un contexto de exigencia.
“La Comisión se ha parado del lado de las víctimas, del lado de la sociedad. Los derechos de las personas deben ser salvaguardados por la ley, y eso es algo que en México cuesta trabajo entender”, subrayó.
Enfatizó que en una nación como México, al que definió como el país donde no pasa nada, ser un buen Ombudsman no es fácil, porque “no pasa nada precisamente por la manera en la cual el espacio público ha sido ocupado por partidos, por cuotas y por intereses”.
Recalcó que los verdaderos defensores de los derechos humanos son ante todo demócratas, antes que partidarios de partidos políticos.
“El papel de cualquier defensor es mantener vivas las aspiraciones eternas de verdad, de justicia, de transparencia, de derechos humanos”, manifestó.
La razón de ser del Ombudsman, finalizó, es representar a las causas, a las personas y a las quejas, y la libertad de expresión forma parte de los derechos fundamentales que deben ser respetados.
